Numerosos altos funcionarios de Corea del Norte asistieron este jueves a un concierto de la principal orquesta del país, un evento que se enmarca en las celebraciones por el 75.º aniversario de la creación del gobernante Partido de los Trabajadores.
Los funcionarios, muchos del círculo interno del líder Kim Jong-un, fueron fotografiados sentados en el teatro de la orquesta Samjiyon en Pionyang con barbijos puestos, reaccionando a la interpretación musical con aplausos, alegría y lágrimas.
El concierto precede un gran desfile militar programado para este sábado, que será presidido por Kim y donde se espera que se muestre el potencial bélico de la nación, incluidos misiles y nuevos armamentos.
A pesar de que las autoridades norcoreanas no han confirmado oficialmente ni un solo caso de covid-19 en el país, en reiteradas ocasiones desde que empezó la pandemia de coronavirus se ha visto a altos cargos políticos con mascarilla.
Varios expertos han advertido que el desfile, en el que normalmente participan miles de militares y es presenciado por multitudes de espectadores, podría convertirse en un gran foco de propagación del coronavirus.
Hace varios días aparecieron informaciones según las cuales los servicios de inteligencia de Corea del Sur y EE.UU. detectaron en Corea del Norte el traslado de un misil balístico intercontinental, que se conjetura podría ser el elemento estrella del desfile del sábado.
Según las declaraciones de un funcionario surcoreano publicadas el pasado sábado en el periódico The Korea Herald, el movimiento del cohete y de cuatro lanzadoras móviles tuvo lugar en una planta automotriz de las afueras de Pionyang.
Asimismo, la fuente agregó que Pionyang podría presentar un nuevo misil balístico lanzado desde un submarino, así como un sumergible mejorado, ya que los servicios de inteligencia detectaron actividad en el astillero naval Sinpo, en la costa este de Corea del Norte.