Argentina se convirtió en el primer país del mundo en aprobar el uso de trigo transgénico para consumo humano, a pesar de las críticas y advertencias de activistas sobre el impacto que esta decisión puede tener en la producción de alimentos y en el medio ambiente.
El Boletín Oficial publicó este viernes una resolución en la que la Comisión Nacional Asesora de Biotecnología Agropecuaria recomienda dar por finalizada la Segunda Fase de Evaluación del trigo genéticamente modificado IND-00412-7 y concluye que los riesgos derivados de la liberación de este organismo vegetal genéticamente modificado al agroecosistema, en los cultivos a gran escala, no difieren significativamente de los inherentes al cultivo de trigo natural.
También el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria, organismo descentralizado del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca, consideró que "no se encontraron objeciones científicas para su aprobación desde el punto de vista de la aptitud alimentaria humana y animal", por lo que no hay reparos para la aprobación de este trigo con destino a consumo humano y animal.
"De acuerdo al análisis productivo del evento IND-00412-7, se estima que éste proporcionará una nueva alternativa para optimizar el control de malezas en el cultivo de trigo y para aumentar los rendimientos ante situaciones de estrés hídrico", afirmó por su parte la Subsecretaría de Mercados Agropecuarios.
Este organismo agregó, sin embargo, que "del análisis comercial y su impacto en las exportaciones se advierte un posible riesgo, ya que el solicitante carece de aprobación comercial en la República Federativa del Brasil, el principal comprador internacional de trigo argentino", lo que implica que se consideran más las trabas comerciales que los riesgos que, de acuerdo con organizaciones ambientalistas, representa para la salud.
"De considerarse viable la aprobación del presente evento, esta Subsecretaria entiende que la misma debe estar condicionada a la aprobación comercial por parte de las Autoridades competentes de Brasil, debiendo abstenerse la solicitante de producir y comercializar las variedades que contengan el evento hasta tanto obtenga la licencia de Brasil", agrega la Subsecretaría de Mercados Agropecuarios, es decir, que la comercialización del trigo transgénico depende ahora del aval del país vecino.
La decisión provocó un rechazo masivo en redes sociales por parte de activistas que, desde hace años, han alertado sobre los riesgos de producir alimentos genéticamente modificados.
Avanzan los transgénicos
A pesar de estos reparos, la Secretaría de Alimentos, Bioeconomía y Desarrollo Regional avaló el uso del trigo genéticamente modificado.
"Autorízase la comercialización de la semilla, de los productos y subproductos derivados de ésta, provenientes del trigo IND-00412-7, y a toda la progenie derivada de los cruzamientos de este material con cualquier trigo no modificado genéticamente, solicitada por la firma Instituto de Agrobiotecnología Rosario (Indear)", señala el Boletín Oficial.
El escrito solo le advierte a la empresa que debe abstenerse de comercializar las variedades de trigo hasta tanto obtenga el permiso de importación de Brasil.
Además, aclara que la empresa deberá suministrar en forma inmediata a la autoridad competente toda nueva información científico-técnica que surja sobre el trigo modificado, y que pudiera afectar o invalidar las conclusiones científicas en las que se basaron los dictámenes que sirven de antecedentes a la autorización de su uso.
"La presente medida quedará sin efecto si, a criterio de la autoridad competente, existe nueva información científico-técnica que invalida las conclusiones científicas o comerciales en las que se basaron los dictámenes que sirven de sustento y antecedentes de la presente autorización", acota.
¿Beneficios?
Parte del argumento oficial para avalar el trigo genéticamente modificado es que proporciona semillas más tolerantes a la sequía, minimiza las pérdidas de producción, mejora la capacidad de las plantas para adaptarse a situaciones de estrés hídrico y da mayor predictibilidad a los rendimientos por hectárea.
Pero organizaciones ambientalistas han advertido que también es resistente el glufosinato de amonio, un dañino herbicida que queda impregnado en los alimentos que se producen en los campos en los que se fumiga. Esa es una de las razones por las que los intentos de aprobarlo en otros países no han avanzado hasta ahora.
En medio de la preocupación de los activistas, el Comité de Cereales de Invierno, que forma parte Instituto Nacional de Semillas de Argentina, publicó una carta en la que analizó los riesgos de la decisión del gobierno.
"Desde hace aproximadamente 20 años se han obtenido variedades transgénicas de trigo en programas radicados en países productores y exportadores de trigo, sin embargo, ninguno de esos países decidió aprobar el uso de estas variedades debido a la no aceptación por parte de los consumidores locales y/o extranjeros de los productos elaborados con cultivos transgénicos", explicó el Comité.
Otro de los motivos, agrega esa misma organización, es la dificultad de mantener separada la producción transgénica de la no transgénica, pero si se confirma la estrategia del gobierno, Argentina será el primer país productor de trigo en el mundo en aceptar la producción y el consumo de trigo transgénico.
"Es de suponer que esto, más que ser una ventaja, generará un problema relevante en la comercialización de nuestro trigo tanto dentro como hacia afuera del país, ya que no se ha implementado ningún sistema comercial que permita segregar [separar] y controlar la trazabilidad de los granos provenientes de variedades [transgénicas y no transgénicas]", señaló.