Enormes cruceros amarrados en el muelle de la ciudad turca de Aliaga están pasando a ser desmantelados para venderlos como chatarra, después de que la pandemia de coronavirus prácticamente destruyera este sector.
El presidente de una asociación de industriales de reciclaje de barcos, Kamil Onal, explicó a Reuters que antes de que el virus se extendiera por el planeta, los astilleros turcos de desguace solían manejar buques de carga y contenedores. "Pero después de la pandemia, los cruceros cambiaron de rumbo hacia Aliaga de una manera muy significativa", indicó. "Hubo un crecimiento en el sector debido a la crisis. Cuando los barcos no pudieron encontrar pasajeros, recurrieron al desmantelamiento".
El especialista precisó que unas 2.500 personas, divididas en equipos, trabajan en el astillero, y tardan alrededor de 6 meses en desmantelar por completo un barco de pasajeros, revelando que la mayoría de estas naves proceden del Reino Unido, Italia y EE.UU.
Onal manifestó que, según la previsión, el volumen de acero desmantelado aumentará a 1,1 millones de toneladas para fin de año, en comparación con las 700.000 conseguidas en enero pasado. "Estamos tratando de convertir la crisis en una oportunidad", dijo, agregando que incluso los accesorios no metálicos de los cruceros no se desperdician, ya que hoteleros mostraron su interés en adquirirlos.