Huawei logró superar en ventas de teléfonos inteligentes a su rival surcoreano Samsung hace apenas unos meses, y disfrutó de sus éxitos, que empezaron en abril y se prolongaron durante todo el segundo trimestre, ocupando la primera posición mundial en el sector.
Sin embargo, esta semana se dio a conocer que las ganancias de Samsung pueden aumentar un 58 % durante el tercer trimestre en comparación con el año pasado, debido a que sus ventas de 'smartphones' se dispararon a medida que los mercados fueron recuperándose de la pandemia. Eso podría significar que la compañía puede arrebatarle la corona a su adversario chino y volver a convertirse en el líder del 'rancking', informa Forbes.
Forbes señala que este cambio de posiciones se debe a que Samsung se convirtió en uno de los grandes beneficiarios de los problemas de Huawei con EE.UU, país que quiere evitar que el conglomerado chino obtenga semiconductores sin una licencia especial, incluidos los chips fabricados por empresas extranjeras desarrollados o producidos con 'software' o tecnología estadounidense.
Samsung no es el único rival
De ese modo, la pérdida del 'software' y de los servicios de Google disminuyeron notablemente el interés de los consumidores hacia Huawei y, según algunos informes, los 200 millones de ventas que Huawei ha tenido este año podrían disminuir hasta 50 millones de unidades en 2021. Frente a estas alarmantes cifras, Forbes concluye que los 150 millones de usuarios que perdería Huawei podrían desviarse hacia otras compañías chinas, como Xiaomi, Oppo y Vivo, que están ansiosas por ofrecerles a los consumidores su amplia gama de nuevos teléfonos con 5G.
Un claro ejemplo de esta afirmación es el fuerte crecimiento de las exportaciones de Xiaomi, que contrasta con la gran disminución de las ventas de Huawei a nivel internacional. Forbes destaca que eso no es una coincidencia, sino que se debe a que Xiaomi ha replicado la estrategia de Huawei de vender teléfonos inteligentes 'premium' a un precio inferior al que ofrecen Apple y Samsung, con la diferencia de que, al contrario que Huawei, no se enfrenta a ningún tipo de limitación tecnológica, una ventaja que juega a su favor.
Nueva amenaza
Para lidiar con la pérdida de posiciones, Huawei decidió cambiar de estrategia y "reinventarse ahora como un jugador de 'software', incluso un jugador de un ecosistema", reza el artículo, señalando que la compañía decidió priorizar su sistema operativo HarmonyOS junto a su propia tienda para aplicaciones para crear una alternativa a Apple y Google. Este enfoque comenzó como un ecosistema para sus propios dispositivos, pero mientras las restricciones estadounidenses cercan la empresa, llegó la noticia de que HarmonyOS se convertirá en código abierto, una alternativa al AOSP de Android.
No obstante, el éxito del nuevo plan de Huawei está supeditado a una condición: que la empresa consiga persuadir a otros fabricantes para que adopten el sistema HarmonyOS en sus productos. Pero según el artículo, en este caso los propios OEM chinos (fabricantes de equipamiento original) "se beneficiarán del inminente declive de Huawei". "La propia China puede intervenir y exigir o incentivar buenos comportamientos, pero, si se deja a su suerte, el marcado solo responderá de una manera a este enigma. Y esa es una gran amenaza para la nueva estrategia de ecosistema de Huawei", enfatiza Forbes.
A pesar de reconocer que es muy probable que Huawei acabe convenciendo a los fabricantes chinos de embarcarse en su nueva estrategia, Forbes señala que, para mostrar buenos resultados el próximo año, la compañía "necesita una solución de teléfono inteligente y rápida para tener alguna posibilidad de evitar una larga y costosa moratoria sobre las ventas y la relevancia del mercado". Asimismo, para poder recuperar las posiciones, a Huawei no le iría nada mal que Joe Biden ganara las elecciones estadounidenses y que se ablandara, aunque de manera leve, la presión de EE.UU. sobre su negocio.