Un grupo de piratas informáticos habría 'hackeado' más de 50.000 cámaras domésticas en varios países del mundo, distribuyendo parte de las grabaciones en sitios pornográficos, informó este lunes The New Paper. Asimismo, casi tres terabytes de videos fueron vendidos a 70 usuarios por una suscripción de 150 dólares cada una.
La mayoría de los clips parecen provenir de Singapur, de cámaras tipo IP (Internet Protocol), que a menudo se utilizan con motivos de seguridad o para vigilar de forma remota a niños, ancianos o mascotas. Además, algunos de los videos fueron filmados en Canadá, Corea del Sur y Tailandia.