Estados Unidos ha amenazado a Turquía con "potenciales consecuencias graves" para sus relaciones bilaterales en materia de seguridad si activa los sistemas de defensa antimisiles S-400 que le vendió Rusia.
"De confirmarse, condenaríamos en los términos más enérgicos la prueba de misiles de los S-400 como incompatible con las responsabilidades de Turquía como aliado de la OTAN y socio estratégico de EE.UU.", afirmó este viernes la portavoz del Departamento de Estado de EE.UU., Morgan Ortagus.
Ankara recibió dos baterías de sistemas de defensa antimisiles S-400 el año pasado y anunció que los pondría en servicio en abril de 2020. El contrato con Moscú causó tensión diplomática entre Ankara y su aliado de la OTAN, Washington. A la negativa turca de anular el trato, Washington respondió con la expulsión del país de su programa de armamento con cazas de quinta generación F-35, cancelando el suministro planeado para el país.
El sistema de misiles antiaéreos S-400 Triumf ha sido diseñado para brindar protección altamente eficaz contra ataques aéreos con misiles balísticos estratégicos, de crucero, tácticos y de otro tipo. Es capaz de alcanzar objetivos que se mueven en el aire, incluidos aviones y misiles de crucero, desde una distancia de 400 kilómetros.