El noticiero Globo Esporte filtró este viernes varias grabaciones que en 2017 sirvieron de prueba inculpatoria para que un tribunal de Milán (Italia) condenara al futbolista brasileño Robson de Souza Santos, conocido como Robinho, y a un amigo suyo llamado Ricardo Falco, a nueve años de prisión por violencia sexual contra una joven de origen albanés.
Pocas horas después de que se filtraran dichas conversaciones, la directiva del Santos y el propio Robinho anunciaron la suspensión del contrato que firmó con el club brasileño el pasado fin de semana.
La sentencia en primera instancia demuestra que las interceptaciones telefónicas llevadas a cabo contra el futbolista y su amigo por violencia sexual en grupo fueron cruciales para el veredicto. No obstante, la decisión judicial todavía no es definitiva y ha sido apelada por las defensas de Robinho y Falco, por lo que el caso será revisado a partir del próximo 10 de diciembre.
Los hechos ocurrieron en un club nocturno de Milán llamado Sio Café la madrugada del 22 de enero de 2013 e implicó a otros cuatro hombres. Todos ellos abandonaron Italia en el curso de la investigación.
Un año después, en abril de 2014, Robinho negó los cargos. Si bien admitió que mantuvo relaciones sexuales con la víctima, asegura que fue una relación de sexo oral consensuada, sin que hubiera más participantes. En el caso de Falco, se identificó la presencia de su semen en la ropa de la chica.
"Estaba completamente borracha"
En la sentencia se transcriben varias grabaciones de llamadas telefónicas de los imputados, realizadas con la autorización de los tribunales, que se consideran "autoacusatorias". Una de las más decisivas para la condena fue una conversación entre Robinho y Falco, que indicó al tribunal que los involucrados conocían el estado de la víctima.
"Ella sabe que todos tuvieron sexo con ella", dice Falco. "Estoy seguro de que se corrió dentro de ella", le contesta Robinho. "No lo creo, ese día ella no pudo hacer nada, ni siquiera estar de pie, estaba realmente fuera de sí", responde su interlocutor.
La Policía instaló un micrófono en el automóvil que Robinho utilizaba en Italia y en enero de 2014 registró una conversación con el músico Jairo Chagas, quien le advertía sobre la investigación. "Me río porque no me importa, la mujer estaba completamente borracha, ni siquiera sabe lo que pasó", espetó Robinho, que entonces jugaba en las filas del AC Milan.
"Menos mal que existe Dios, porque ni siquiera toqué a esa chica", continuó el futbolista. "Vi [nombre del amigo 2] y los demás se la follaron, ellos van a tener problemas, yo no", añade. "Recuerdo que los tipos que la atraparon fueron [nombre del amigo 1] y [nombre del amigo 2]… Eran cinco encima de ella", añade.
En otra conversación con el músico, Robinho se contradice, porque primero reconoce haber intentado tener sexo con la joven. pero luego lo niega. "Te vi cuando le metías el pene dentro de la boca", le dice Chagas, a lo que el futbolista responde que "eso no significa tener sexo".
La versión de la víctima
Otra llamada revela que Robinho habló con "amigo 3" y éste le preguntó si alguien había penetrado a la mujer y si se había quedado embarazada, a lo que el futbolista contestó que no lo sabía, detallando que "amigo 4" no tuvo sexo con ella, porque su miembro "estaba flácido".
"No había constancia de que hiciéramos nada", dijo Robinho a "amigo 3" en otra llamada, mientras que en otra conversación Falco aseguró que su "salvación" es que no había cámaras en el club para grabarlos mientras estaban con la joven.
La víctima, que conocía a Robinho desde 2011, asegura que acudió con dos amigas al Sio Café para celebrar su 23 cumpleaños. Ella asegura que el futbolista —cuya esposa estaba en el mismo club nocturno— y sus amigos le ofrecieron bebidas alcohólicas, pero solo ella bebió, ya que una de sus acompañantes estaba embarazada y la otra conducía.
Según su testimonio ante el juez, después de que las amigas se fueran, se sintió mareada y uno de los hombres la habría intentado besar, después de lo cual se habrían dirigido al camerino de Chagas. Asimismo, reconoce que pese tener "algunos destellos de esa noche", en realidad no podía hablar ni ponerse en pie.
Además, indicó que mientras estaba en ese lugar "se dio cuenta" de que Robinho y un amigo se estaban "aprovechando" de ella. "Creo que al principio estaba teniendo sexo oral con [nombre del amigo 3] y Robinho se aprovechó de mí de otra manera, y luego cambiaron de roles; de ahí ya no recuerdo nada porque me encontré rodeada de chicos", explicó la mujer, que detalló haber oído al futbolista pedirle un preservativo a su amigo.
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