Carlos Mesa, candidato de Comunidad Ciudadana (CC) a la Presidencia de Bolivia, aceptó los resultados a boca de urna que dan como ganador al aspirante del Movimiento al Socialismo (MAS), Luis Arce, en las elecciones de este domingo, con 52,4 % de los votos.
"El resultado de ese conteo rápido es contundente y claro. Nos toca, como corresponde, reconocer el resultado. Hubo un triunfador en esta elección. Es un resultado que aceptamos y consideramos que no va a modificarse cuando conozcamos los oficiales", manifestó Mesa en conferencia de prensa.
Agregó que con estos resultados, los votantes también definieron el futuro de su organización: "A Comunidad Ciudadana le ha dado un mandato muy claro, ser la cabeza de la oposición democrática del periodo 2020-2025. Vamos a asumir esa responsabilidad con claridad, con consciencia y responsabilidad, somos la cabeza de la oposición y actuaremos como tal".
El sondeo a boca de urna que da como ganador a Arce, quien hizo fórmula con David Choquehuanca, fue realizado por la empresa Ciesmori y difundido en la señal televisiva Unitel.
Para ganar en primera vuelta, el aspirante a la Presidencia debe obtener el 50 % más uno de los sufragios o el 40 %, con una diferencia mínima de 10 puntos sobre el segundo lugar.
Además del reconocimiento de Mesa, el binomio del MAS ya recibió las felicitaciones de la presidenta de facto de Bolivia, Jeanine Áñez, y el secretario general de la OEA, Luis Almagro.
Mesa manifestó que se mantienen expectantes ante los resultados de la elección de los senadores y diputados de la Asamblea Legislativa Plurinacional, por los que también se votó este domingo, para conocer la representación de la coalición que representa en ese organismo.
Su posición un año atrás
Mesa también fue candidato en los comicios de 2019, en los que fue reelecto el entonces presidente Evo Morales; pero, a diferencia de esta vez, en aquella oportunidad no reconoció el triunfo del exmandatario, señalando que se trataba de "un fraude escandaloso".
El desconocimiento por parte de la oposición de los resultados electorales desató una ola de violencia en el país sudamericano, que derivó en un golpe de Estado contra Morales, la instalación de un gobierno de facto y el llamado a nuevas elecciones.