El Presidente de EE.UU., Donald Trump, anunció este lunes su decisión de eliminar a Sudán de la lista estadounidense de países patrocinadores del terrorismo internacional, siempre que las autoridades de esa nación africana realicen un pago de 335 millones de dólares a víctimas del terrorismo y a sus familias residentes en EE.UU. Después de la firma de la orden correspondiente, el mandatario norteamericano enviará una notificación oficial al Congreso para que restaure la inmunidad soberana de Sudán (lo que hace imposible futuras reclamaciones de compensación en su contra en los tribunales de EE.UU.).
El anuncio del jefe de la Casa Blanca llegó unos meses después de que EE.UU. y Sudán firmaran un acuerdo bilateral para solucionar el problema de recompensa a los sobrevivientes y víctimas de los atentados contra las embajadas de EE.UU. en Nairobi (Kenia) y Dar es-Salam (Tanzania). Bajo el liderazgo del entonces presidente Omar al Bashir (1993-2019), Sudán ofreció asilo a Osama bin Laden y ayudó a los militantes de Al Qaeda.
El actual primer ministro de Sudán, Abdalla Hamdok, confirmó que su país "está a punto de deshacerse del legado más pesado del anterior régimen". Además, agradeció al inquilino de la Casa Blanca y calificó su notificación como "el apoyo más fuerte a la transición de Sudán a la democracia". A su vez, el encargado de negocios de EE.UU. en Sudán, Brian Shukan, dijo que la decisión "constituye un hito importante en las relaciones bilaterales".
Con su salida de esa lista negra, Sudán obtendría en los mercados internacionales la ayuda financiera necesaria para contener la dura crisis económica y lograr la estabilidad política en un período de transición a la democracia.