Tras más de 15 horas de debate, la votación de la moción de censura presentada en España por el partido de ultraderecha Vox contra el Gobierno de Pedro Sánchez ha confirmado todos los pronósticos previos. La candidatura de Abascal tan solo ha recabado los votos de sus 52 diputados convirtiéndose en la menos exitosa de las celebradas hasta la fecha. Los 298 parlamentarios del resto de formaciones políticas han votado en contra, sin registrarse ninguna abstención.
Durante este miércoles y jueves el líder de Vox, Santiago Abascal, ha desgranado los motivos por los cuales se debería sancionar al Ejecutivo presidido por Sánchez y por los que era necesario presentar esta iniciativa parlamentaria, asimismo ha respondido a las intervenciones de los representantes de todos los grupos parlamentarios.
Abascal ha hilado una serie de argumentos, que el líder del principal partido de la oposición, el Partido Popular, Pablo Casado, ha llegado a calificar de "desvarío estrambótico". El candidato de Vox ha realizado un duro ataque contra China, a quien ha culpado o bien de haber creado el SARS-CoV-2 o bien de no haber evitado que se extendiera mundialmente, por lo que ha reclamado que pague los daños ocasionados por la pandemia.
Soros, Unión Europea, ilegalización de partidos y añoranza franquista
Además, Abascal ha hilvanado acusaciones contra George Soros, a quien ha tildado de nazi y de mover los hilos de los partidos de izquierda; ha arremetido contra la Unión Europea, señalando que España debería salir de ese eje para recuperar su soberanía y que debería dirigir su mirada al otro lado del Atlántico, mientras ensalzaba la figura de Donald Trump.
También ha vuelto a reclamar la ilegalización de los partidos independentistas y republicanos de la Cámara, entre los que ha incluido a Unidas Podemos, al Partido Nacionalista Vasco (PNV), a Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) o a Junts per Catalunya (JuntsxCat); ha clamado contra la eliminación de las Comunidades Autónomas; y ha reivindicado la figura del Rey.
El discurso enarbolado por el candidato ultraderechista ha estado jalonado de los mantras repetidos por su partido durante los últimos dos años: las denuncias falsas de las mujeres maltratadas o agredidas, la peligrosidad de los niños inmigrantes que llegan al país sin tutela de adultos, la importancia de la unidad de la nación; la defensa de la identidad católica de España; o la deriva autoritaria del actual Gobierno por las medidas restrictivas impuestas para frenar la pandemia.
Unanimidad frente a Vox
Santiago Abascal, con sus referencias antieuropeístas y nostálgicas del franquismo (llegó a afirmar que los Gobiernos del dictador fueron mejores que el actual), ha conseguido la unanimidad del resto de los partidos políticos presentes en el Hemiciclo. Uno tras otro todos los diputados que han subido al atril han anunciado su 'no' a la moción de censura. Unos, como en el caso del representante del PNV, Aitor Esteban, solo ha permanecido en la tribuna durante un minuto negándose a "dar protagonismo a esta patochada de moción de censura", mientras que otros han agotado el tiempo de su turno de palabra y de réplicas.
Una de las intervenciones más esperadas ha sido la de Pablo Casado, del PP, que había mantenido en secreto el sentido de su voto, ya que su partido gobierna en varias regiones gracias al apoyo de los ultraderechistas. Finalmente ha anunciado su 'no' y ha realizado el ataque más furibundo a Abascal, que ha llegado a afirmar sentirse "perplejo" por esta arremetida. Casado ha señalado la inutilidad de esta iniciativa y le ha reprochado un discurso fuera de la realidad social y económica del país. Asimismo, también le ha reprochado que la escenificación de estos dos días tan solo ha servido para reforzar más la mayoría que propició la investidura de Sánchez y que durante los próximos días tiene que aprobar los presupuestos de 2021.