Casi medio millón de bebés recién nacidos murieron por la contaminación del aire en el 2019

La polución también puede afectar a las embarazadas y sus fetos.

El aire contaminado es la principal causa de muerte de los bebés en su primer mes de vida, revela un nuevo estudio publicado por el Health Effect Institute, una organización de investigación independiente sin fines de lucro financiada por la Agencia de Protección Ambiental de EE.UU., entre otros.

El informe dice que la contaminación del aire puede afectar a las embarazadas y sus fetos de manera igual a fumar, lo que puede causar un parto prematuro o bajo peso al nacer. Y los bebés prematuros son más vulnerables a las infecciones respiratorias, daños cerebrales y otros problemas de salud, que los que nacen tras los 9 meses de gestación.

Así, durante el año pasado la polución mató a unos 476.000 recién nacidos, la mayoría de los cuales vivía en países en vías de desarrollo. Se trata de regiones del África subsahariana y el sur de Asia, que tienen las tasas más altas de muertes causadas por la contaminación del aire tanto exterior, como interior.

Motivos

Según el análisis, cerca de dos tercios (64%) de todas las muertes de recién nacidos se deben a la polución dentro de los hogares, como la quema de carbón, madera y excrementos de animales para cocinar. Las demás son provocadas por partículas PM2,5, que reducen la calidad del aire y causan muchos efectos serios en la salud.

La contaminación del aire es ahora la cuarta causa de muerte a nivel mundial, solo por detrás de la alta presión, el tabaquismo y la mala alimentación. Al menos 6,7 millones de muertes en el 2019 fueron causadas por la exposición prolongada a la contaminación del aire, un factor que aumenta el riesgo de accidentes cerebrovasculares, ataques cardíacos, diabetes, cáncer de pulmón y otras enfermedades pulmonares crónicas, según The Guardian.

Los autores de la investigación subrayan que el informe se basa en datos del 2019 y no incluye el impacto de la pandemia del coronavirus en el 2020, que podría haber influido en la calidad del aire y las muertes por contaminación, pero estos efectos aún no están claros.