La NASA informó de que, dos días después de tocar la superficie del asteroide Bennu, el equipo de la misión OSIRIS-REx recibió imágenes que confirman que se ha logrado uno de los principales objetivos de la operación: conseguir al menos 60 gramos de material.
"La nave espacial obtuvo material del asteroide Bennu más que suficiente para cumplir con los requisitos de la misión. El equipo ahora se centra en almacenar la muestra para regresar a la Tierra en 2023", publicó la agencia en Twitter.
La nave espacial capturó imágenes del cabezal del recolector de muestras desplazándose en varias posiciones diferentes. Al revisar las imágenes, el equipo observó que la cabeza estaba llena de partículas del asteroide, pero parecía que parte de ellas se derramaban lentamente desde el recolector de muestras, llamado TAGSAM. Sospechan que el motivo de esas pérdidas es que las rocas más grandes impiden que la 'tapa' del recolector se cierre completamente, dejando espacio para las fugas, explica la NASA.
"Bennu continúa sorprendiéndonos con mucha ciencia, pero también nos depara algunas sorpresas. Y aunque es posible que tengamos que movernos más rápido para almacenar la muestra, no es un problema grave. Estamos muy emocionados de ver lo que parece ser una muestra abundante que inspirará a la ciencia durante décadas más allá de este momento histórico", indicó Thomas Zurbuchen, administrador asociado de ciencia de la NASA en la sede de la agencia en Washington.
Posible pérdida de muestras
Al mismo tiempo, la NASA advierte de que "cualquier movimiento hacia la nave espacial y el instrumento TAGSAM puede conducir a una mayor pérdida de muestras". Por lo tanto, la agencia decidió centrarse en almacenar el material restante en la Cápsula de Retorno de Muestras (SRC, por sus siglas en inglés), donde se mantendrá seguro durante el viaje de regreso de la sonda.
Para preservar ese material restante, el equipo de la misión incluso decidió renunciar a la actividad de Medición de Masa de Muestra originalmente programada para el 24 de octubre y canceló una operación de frenado planeada para el viernes, con el fin de minimizar cualquier aceleración de la OSIRIS-REx.
"Mi trabajo es devolver de manera segura una muestra tan grande de Bennu como sea posible. La pérdida de masa me preocupa, por lo que recomiendo encarecidamente al equipo que guarde esta preciosa muestra lo más rápido posible", comentó Dante Lauretta, investigador principal de OSIRIS-REx en la Universidad de Arizona en Tucson, quien dirige el equipo científico.
"Creo que tendremos que esperar hasta llegar a casa para saber con precisión cuánto tenemos. Como puede imaginar, eso es difícil. Pero la buena noticia es que vemos mucho material", dijo Lauretta.
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