El agua contaminada de la planta nuclear de Fukushima, que pronto podrá ser liberada en el océano Pacífico, contiene carbono radiactivo, que es "un importante contribuyente a la dosis colectiva de radiación y tiene el potencial de dañar el ADN humano", advirtió la organización ambientalista Greenpeace.
Los 1,23 millones de toneladas de agua almacenadas en la planta, a parte del tritio, albergan una cantidad enorme del isótopo radioactivo carbono-14, y otros radionucleidos "peligrosos", que tendrán "graves consecuencias a largo plazo" para la población y el medio ambiente, si se liberan al mar, reza un informe de la ONG, publicado este viernes.
Shaun Burnie, autor del documento y principal especialista nuclear de Greenpeace Alemania, afirmó a la CNN que los tanques podrían contar con hasta 63,6 gigabecquereles de carbono-14. "Estos, junto con otros radionucleidos en el agua, seguirán siendo peligrosos durante miles de años, con el potencial de causar daños genéticos. Es una razón más por la que estos planes tienen que ser abandonados", explicó.
Según los expertos, este isótopo tiene una vida media de 5.370 años y, como resultado, persiste en el medio ambiente durante miles de años y se incorpora a toda la materia viva.
Respuesta de la empresa operadora de Fukushima
Por su parte, Ryounosuke Takanori, portavoz de TEPCO, la empresa operadora de la planta, declaró que la concentración de carbono-14 es de entre 2 y 220 becquereles por litro y subrayó que "incluso si esta agua es continuamente consumida 2 litros cada día, la dosis anual de radiación será entre unos 0,001 y 0,11 milisieverts, lo que no es un nivel que afecte a la salud".
Además, aseguró que TEPCO llevará a cabo un tratamiento secundario del agua "para satisfacer las normas reguladoras de la liberación de sustancias distintas al tritio", y reducir la cantidad de los materiales radiactivos lo máximo posible.
Opinión de expertos independientes
La profesora de Materiales Nucleares de la Universidad de Sheffield (Reino Unido), Claire Corkhill, apuntó en una conversación con la CNN que el tritio se ha liberado en el mar en numerosas ocasiones en países de todo el mundo y el procedimiento tiene un "bajo impacto en los organismos".
Sin embargo, apuntó que el reciente análisis del agua, realizado por TEPCO, había mostrado que la radiactividad en los tanques era "más de lo que se esperaba", e indicaba la presencia de carbono-14 o del radioisótopo emisor beta tecnecio-99, pero los resultados no han mostrado todavía cuánto carbono-14 hay en el agua.
Mientras, Francis Livens, profesor de Radioquímica de la Universidad de Manchester, explicó que "cualquier emisión radioactiva conlleva algún riesgo ambiental y de salud" y agregó que el riesgo sería relativo a la cantidad de carbono-14 que se libere en el océano. "Mucho realmente depende de cuánto se vaya a liberar", concluyó.
Decisión del Gobierno de Japón
El Gobierno japonés anunció anteriormente su plan de ocuparse del agua contaminada de Fukushima. "No podemos posponer una decisión sobre el plan para ocuparnos del agua procesada, para evitar retrasos en el trabajo de desmantelamiento de la planta de energía nuclear de Fukushima Daiichi", afirmó Katsunobu Kato, secretario jefe del Gabinete.
La operación podría comenzar en 2022 como muy pronto y extenderse durante varias décadas. La decisión pone fin a años de debate sobre cómo deshacerse del agua que fue utilizada para enfriar los reactores fundidos de la planta nuclear de Fukushima, destruida por el tsunami que azotó a la nación nipona el 11 de marzo de 2011.
Más de 9 años después, el agua radioactiva continúa acumulándose, sumando ya más de un millón de toneladas en unos tanques que alcanzarán su límite en el 2022.