La Armada de Estados Unidos ha dado un paso adelante en su programa Hammerhead al presentar una solicitud de propuestas en busca de contratistas para suministrar sus nuevas minas submarinas.
Las minas Hammerhead, que se traduce del inglés como 'tiburón martillo', fueron diseñadas para ser colocadas en el fondo del mar por un robot submarino sin llamar la atención del enemigo y disparar con un torpedo encapsulado cuando sus sensores detecten el blanco cerca.
Siendo ante todo un arma antisubmarina autónoma que puede ser utilizada en grandes cantidades, actualmente Hammerhead es una prioridad para la Armada estadounidense y forma parte de la Estrategia de Defensa Nacional.
Según indica Forbes, pese a que en la estrategia no hay especificaciones tan directas, el desafío principal sería contrarrestar los submarinos del enemigo en su propio territorio en el mar de la China Meridional, objetivo con el que Hammerhead podría ayudar.
Por su parte, el portal Popular Mechanics sostiene que la Armada de EE.UU. está preparando las minas submarinas de nueva generación no solo para hacer frente a China, sino también a Rusia, y en ese sentido, una función importante de Hammerhead podría ser la de parar al Poseidón ruso, proyecto de un submarino no tripulado de propulsión nuclear.
Hammerhead representa un sistema modular, cuyo módulo de cápsula incluye un torpedo ligero Mark 54 que dispara contra el submarino del enemigo localizado en determinada zona. Para portar estas minas, los militares estadounidenses planean usar vehículos submarinos no tripulados de tamaño extra grande (XLUUV, Extra Large Unmanned Undersea Vehicle), en concreto, el minisubmarino Orca, de Boeing.
La Armada de EE.UU. empezó a desarrollar el arma en 2018 y quiere tener listos 30 prototipos en 2021, mientras que los plazos para su suministro se fijaron para el año 2023.