El pasado 21 de octubre Macron rindió homenaje a Samuel Paty, profesor francés de historia decapitado por un extremista islámico por haber mostrado en el aula caricaturas del profeta Mahoma durante una clase sobre la libertad de expresión.
En su discurso el mandatario francés describió el islam como "una religión que está en estado de crisis a lo largo del mundo" y prometió una nueva legislación que crearía un "islam ilustrado" en su país. Estas palabras han provocado condenas por parte de una cantidad de países musulmanes, como Turquía, Pakistán e Irán.