La ciudad estadounidense de Filadefia se ha convertido esta semana en el escenario de violentas protestas que estallaron después de que la Policía local matara a disparos a Walter Wallace Jr., un afroamericano de 27 años que, según los agentes, se les acercó con un cuchillo.
En medio de los disturbios causados por los manifestantes la noche pasada, la Policía de Filadelfia encontró una camioneta sospechosa cargada con tanques de propano, bengalas y "posibles cartuchos de dinamita", reseñan medios locales. Una brigada de artificieros fue llamada al lugar para investigar el caso.
El vehículo abandonado fue descubierto a alrededor de las 10 de la noche, hora local, aproximadamente una hora después de que se iniciara el toque de queda en toda la ciudad.
La Policía acordonó el área mientras los agentes de la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF) y el escuadrón antibombas inspeccionaron la camioneta.
No se encontró a nadie dentro del auto, y las autoridades trabajan ahora para determinar si el hallazgo está relacionado de alguna manera con los disturbios en curso en la ciudad.
El toque de queda en toda la ciudad en Filadelfia entró en vigor a las 9 de la noche del miércoles hasta las 6 de la mañana del jueves, luego de que las protestas por la muerte de Wallace desembocaran en choques con las fuerzas de seguridad durante dos noches consecutivas.
A pesar de que la Policía de la ciudad estaba en alerta máxima y el gobernador de Pensilvania, Tom Wolf, activó a la Guardia Nacional estatal para ayudar a sofocar los disturbios, se reportaron múltiples incidentes de vandalismo y saqueos a menor escala en toda la ciudad.