El líder de la Iglesia Católica, Francisco, denunció la existencia de una "casta pecadora" dentro del Vaticano, durante una entrevista brindada este viernes al sitio italiano AdnKronos, y afirmó que seguirá con sus reformas dentro de la Santa Sede, mientras avanzan escándalos de aparente corrupción por parte de un cardenal y otros seis funcionarios.
"No creo que pueda haber una sola persona, dentro y fuera de aquí, que se oponga a erradicar la mala planta de la corrupción", puntualizó el referente espiritual. "No hay estrategias particulares, el esquema es sencillo: hay que ir adelante y no parar. Hay que dar pasos pequeños, pero concretos", agregó.
Los comentarios del sumo pontífice se producen luego de posibles irregularidades financieras en el Vaticano, que concluyeron con el proceso de seis funcionaros de la Secretaría de Estado y la destitución de Angelo Becciu, a cargo de la Congregación para las Causas de los Santos. "No se puede seguir a Dios y al dinero, hay que elegir", subrayó el papa en el reportaje.
"Traiciones que hieren"
Así, aunque destacó que se produjeron avances y mejoras, no negó que "han habido ejemplos de deshonestidad y traiciones que hieren a los que creen en la Iglesia". Igualmente, subrayó que bajo su administración se planteó "actualizar el sistema judicial", y se colocaron "nuevos líderes en el Banco Vaticano", haciendo referencia al Instituto para las Obras de Religión (IOR).
Aquello se da en medio de intentos por demostrar transparencia en las cuentas eclesiásticas, que hoy están en la "lista gris" de Moneyval, un organismo europeo encargado de la lucha contra el lavado de activos.
Entre las modificaciones principales, también se destaca la designación del laico español Maximino Caballero Ledo al frente de la Secretaría para la Economía. Este organismo fue fundado por el papa en 2014, para coordinar a las instituciones económicas del Vaticano, como el banco IOR y la inmobiliara APSA. Al respecto, la Santa Sede cuenta con un patrimonio de unos 3.000 millones de dólares en inmuebles desplegados por todo el mundo.
"Tuve que cambiar muchas cosas y muchas cambiarán muy pronto", acotó Francisco. De hecho, a mediados de octubre, el líder católico ya había comentado que la restructuración "está en marcha". En efecto, también se avanza en la sanción de una nueva Constitución apostólica.
Entre tanto, fuentes consultadas por Télam aseguraron que el Vaticano está incorporando personal para aumentar la supervisión de las finanzas y "hacer cada vez más transparente la gestión", por medio de "controles intensivos y coordinados".
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