El Ministerio de Defensa de Japón nombró a Mitsubishi Heavy Industries como el contratista principal de su programa de aviones de combate de próxima generación F-X y anunció el viernes la firma de un contrato por 40.000 millones de dólares con la compañía para diseñar y construir la nueva aeronave.
"Continuaremos progresando con el desarrollo del caza de próxima [generación] (F-X) junto con la compañía", informó el ministerio en un breve comunicado publicado en su sitio web y citado por el portal Defense News.
Los medios locales informan que el ministro de Defensa, Nobuo Kishi, anunció que el país seleccionará un socio extranjero para el proyecto a fines de este año. Este subcontratista colaborará con Mitsubishi Heavy Industries en tecnología aeronáutica, siendo la tecnología sigilosa una de las principales áreas de cooperación.
La selección de Mitsubishi Heavy Industries como contratista principal para el programa F-X no ha sido una sorpresa, dado que la empresa es la única en Japón con experiencia en el diseño aviones de combate modernos.
Se sospecha que la aeronave recibirá la designación F-3.
El Ministerio de Defensa japonés también planea financiar el desarrollo de varios subsistemas del nuevo caza, pese a la decisión de finalizar las compras del caza Mitsubishi F-2 de la generación anterior.
En particular, Japón planea desarrollar nuevas tecnologías en el campo de los materiales de aviación, incluidas las que absorben las ondas de radares enemigas, el desarrollo de radares AESA de escaneo electrónico y motores turborreactores con postcombustión.
Presumiblemente, la construcción del primer prototipo de la aeronave comience en 2024, y el vuelo inaugural estaría previsto para 2028.
Japón planea reemplazar su flota de aproximadamente 90 aviones F-2 con el nuevo avión de combate a partir de 2035. El F-2 fue desarrollado en colaboración con Lockheed en la década de los 90 y se asemeja a una versión más grande del caza multifuncional F-16 de la compañía estadounidense, pero está equipado principalmente con sistemas autóctonos.
El país asiático también planea adquirir 147 aeronaves furtivas F-35, que incluirán 42 cazabombarderos F-35B de despegue corto y aterrizaje vertical, que operarán desde dos portahelicópteros recientemente construidos por Tokio.