El Ministerio Público de Río de Janeiro ha denunciado al senador Flávio Bolsonaro, hijo mayor del presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, por los delitos de organización criminal, malversación, lavado de dinero y apropiación indebida, ocurridos entre los años 2007 y 2018.
Los presuntos delitos tuvieron lugar cuando el ahora senador era diputado regional en la Asamblea Legislativa de Río de Janeiro. Además de Bolsonaro, su jefe de gabinete, Fabrício Queiroz, y otras 15 personas se encuentran investigados.
El caso, que se inició en 2018, investiga una trama de corrupción que, según la Fiscalía de Río de Janeiro, lideraba y beneficiaba al hijo mayor del jefe de Estado brasileño. En su comunicado, el Ministerio público explica que la denuncia fue presentada el pasado 19 de octubre, pero que debido a las vacaciones de los jueces, no ha sido hasta ahora cuando ha podido ser enviada al juez una vez que se han retomado las actividades ordinarias.
La Fiscalía también informa de que el caso se encuentra bajo "supersecreto" y que no se pude aportar más información.
Trabajadores fantasma
El caso es conocido como 'rachadinha' y partió de la detección de movimientos financieros anormales en la cuenta bancaria de Flávio Bolsonaro y en la de 74 excolaboradores suyos en la Asamblea Legislativa de Río.
Según la investigación, tras la violación del secreto bancario y fiscal de 106 personas y empresas en abril de 2019, se encontró evidencia de un esquema en el que se nombraron asesores que debían devolver la mayor parte de sus salarios a Fabrício Queiroz. Muchos de ellos eran "trabajadores fantasma". El dinero se habría movido a través de transferencias y depósitos, pero también en especie.
Así, según señala el Ministerio Fiscal en un informe de 300 páginas, 13 exasesores depositaron 2,06 millones de pesos (alrededor de 362.000 dólares) en la cuenta bancaria de Queiroz durante 11 años. Posteriormente el dinero habría sido lavado y devuelto a Flavio Bolsonaro.
Hace cinco meses, en junio, Queiroz fue detenido en la casa de Frederick Wassef, uno de los abogados de la familia Bolsonaro, en el interior de Sao Paulo. Desde entonces permanece bajo arresto domiciliario en su departamento.
La denuncia "no se sustenta"
El senador Flávio Bolsonaro ha afirmado a través de sus abogados que la denuncia "ya se estaba esperando, pero que no se sustenta". En un comunicado que recoge la prensa local, la defensa dice que la acusación "no es más que una crónica macabra y mal diseñada".
En una publicación de Instagram, el senador Bolsonaro sostiene que el Ministerio Público de Río de Janeiro comete una "serie de errores bizarros" y lo hace "en vísperas de las elecciones municipales". Además, acusa al fiscal general de ese estado, Eduardo Gussem, de "violación ilegal de secretos y sin base alguna" y de "informalidad en el intercambio de información entre organismos públicos", entre otras cuestiones.
Asimismo, acompaña su mensaje de una foto de Gussem en la que, según Bolsonaro, "fue sorprendido pasando información confidencial a un reportero" del medio brasileño Globo. Por todo ello, el senador afirma que "la denuncia ni siquiera será acogida por el Órgano Especial de la Corte de Justicia de Río de Janeiro".