A finales de abril, un extraño estallido de radio proveniente de nuestra propia galaxia fue detectado por varios telescopios, y los científicos han logrado rastrearlo hasta un magnetar situado a 32.000 años luz de la Tierra. Los magnetares son estrellas de neutrones extremadamente densas que cuentan con enormes campos magnéticos.
Estas no fueron solo las primeras ráfagas rápidas de radio (FRB, por sus siglas en inglés) rastreadas hasta su fuente, sino también las primeras que tienen su origen en la Vía Láctea. Un observatorio del oeste de Canadá pudo identificar la fuente del magnetar SGR 1935 + 2154 en la constelación de Vulpecula, según una serie de nuevos estudios publicados este miércoles en la revista Nature.
Esta ráfaga en menos de un segundo contenía aproximadamente la misma cantidad de energía que produce el Sol en un mes, y aun así es mucho más débil que las ráfagas de radio provenientes desde fuera de nuestra galaxia, comentó Christopher Bochenek, estudiante de doctorado en astrofísica del Instituto de Tecnología de California, citado por la agencia AP.
Daniele Michilli, astrofísico la Universidad McGill (Canadá), explica que las ráfagas de radio provenientes de fuera de nuestra galaxia y que viajan millones o miles de millones de años luz son "entre decenas de miles y millones de veces más potentes que cualquier cosa que hayamos detectado en nuestra galaxia".
Se cree que son tan frecuentes que pueden ocurrir más de 1.000 veces al día fuera de nuestra galaxia. Al mismo tiempo, se desconoce la frecuencia con la que ocurren estas explosiones dentro de la Vía Láctea. "Todavía no sabemos la suerte que tuvimos. Puede que ocurran una vez cada cinco años o varias veces al año", dijo Bochenek.
Los astrónomos han tenido hasta 50 teorías diferentes sobre las causas de estas ráfagas de radio, y destacan que los magnetares pueden no ser la única explicación, especialmente porque parece haber dos tipos de ráfagas de radio rápidas.
"Antes de este evento, una amplia variedad de escenarios podría explicar el origen de las FRB. Si bien todavía puede haber giros emocionantes en la historia de las FRB en el futuro, en este momento yo creo que es justo decir que la mayoría de las FRB provienen de magnetares hasta que se demuestre lo contrario", señala, citado por la NASA, Bochenek, quien dirigió uno de los estudios sobre el evento cósmico.