Ministro de Economía de Argentina anuncia una "recuperación tenue" a pesar de la pandemia y descarta la devaluación

El ministro de Economía de Argentina, Martín Guzmán, aseguró este jueves que el país comienza a registrar una recuperación económica, después del impacto sufrido por la pandemia de coronavirus y los desequilibrios del mercado cambiario, que el Gobierno atribuye a las presiones de determinados sectores proclives a la devaluación.

"Vemos señales positivas de recuperación", afirmó el ministro en una entrevista radial, en la que puso como ejemplo que en octubre la recaudación fiscal aumentó por segundo mes consecutivo por encima de la inflación.

Para Guzmán, ese es un dato positivo que "tiene que ver con el hecho de que la economía está empezando a recuperarse". "Hoy observamos una dinámica de recuperación tenue con heterogeneidades, los sectores que requieren de mas cercanía social para la actividad son los que caen, y aquellos que no la requieren ya están creciendo", dijo.

La pandemia, que ha tenido un impacto negativo en la economía mundial, en el caso de Argentina profundizó la crisis que en diciembre pasado dejó el gobierno del expresidente Mauricio Macri, y que ya combinaba recesión, inflación, devaluación y aumento de la pobreza.

En ese escenario comenzó a gobernar el presidente Alberto Fernández, que tenía como uno de sus objetivos prioritarios la recuperación económica, y que se vio frustrado por la emergencia sanitaria.

Así, de acuerdo con las previsiones del Fondo Monetario Internacional (FMI), la economía del país sudamericano se desplomará este año en un 11,8 %, aunque para el 2021 pronostica que crecerá un 4,9 %, lo que representaría una de las recuperaciones más altas de la región.

¿Y el dólar?

Al evaluar el panorama económico, Guzmán aclaró que los efectos de la pandemia se seguirán viendo a mediano plazo, por ejemplo, en el sector turístico, porque por más que se desarrolle y apruebe una vacuna a fin de año, que es uno de los plazos más cercanos, la normalización de la actividad productiva y de los servicios no será inmediata.

Por otra parte, insistió en que el gobierno no va a devaluar porque cuenta con los instrumentos necesarios para sostener una política cambiaria que consideran sana, y que apunta a que el dólar oficial vaya de la mano de la inflación.

"La situación ha mejorado en el frente cambiario, se ha reducido fuertemente la brecha, era un tema que nos preocupaba", explicó, ya que en las últimas semanas la diferencia de precios entre el dólar oficial y el paralelo, que se compra y vende en el mercado ilegal, llegó a ser más del doble.

Guzmán, quien a mediados de noviembre recibirá a la delegación del FMI para renegociar los pagos de una deuda que asciende a 45.000 millones de dólares, confió en que el gobierno está construyendo "una especie de puente de estabilidad de alrededor de 60 a 90 días, mientras se trabaja en un programa de estabilización macroeconómica plurianual que se va a enviar al Congreso".