Una planaria de la especie 'Bipalium kewense' fue detectada en el hábitat natural en el estado estadounidense de Virginia.
Inicialmente los especialistas del servicio Gestión y Control de la Fauna de Virginia creyeron que se trataba de un serpiente, pero al examinar al espécimen más detalladamente comprobaron que se trataba de un gusano previamente no detectado en el estado.
"Identificamos miles de serpientes cada año [...] pero el problema es que nunca antes habíamos visto algo así y no estamos seguros de si es una aberración de la naturaleza", señaló el 28 de octubre la agencia en una publicación posteriormente eliminada, según el diario Charlotte Observer. Los especialistas indicaron que el animal medía entre 25 y 30 centímetros de largo, y más tarde determinaron que se trataba de una especie procedente de la península de Indochina.
A pesar de ser originario de un área tan lejana, esta planaria se introdujo en el territorio de EE.UU. hace aproximadamente un siglo, pero nunca antes se había detectado en Virginia. Según una web del Instituto de Especies Invasivas de Texas, hasta ahora la presencia de estos gusanos se había documentado en California, Florida, Georgia, Luisiana, Carolina del Norte, Carolina de Sur y Texas, estados situados más al sur que Virginia.
'Superpoderes' para regenerarse
Los gusanos de este tipo son fácilmente identificables por su tamaño —miden de hasta 30 centímetros— y por su inusual cabeza en forma de media luna. Son depredadores especializados en lombrices, pero pueden alimentarse también de otros organismos.
Aunque son hermafroditas —es decir, tienen órganos reproductivos tanto femeninos como masculinos— se reproducen asexualmente, lo que puede explicar su capacidad de proliferar en regiones donde previamente no habitaban.
Uno de los 'superpoderes' de los gusanos del género 'Bipalium' es su capacidad de regenerarse, ya que, incluso tras ser cortados en 300 partes, los fragmentos pueden generar un organismo independiente.
Este tipo de planaria se ha introducido no solo en EE.UU., sino también en Europa, donde en Francia se tiene constancia de su presencia desde hace al menos 20 años. Capaces de producir "sustancias químicas que les dan un sabor desagradable", estos gusanos se defienden así de los depredadores locales, dijo en 2018 al portal LiveScience el biólogo francés Jean-Lou Justine.
"Como depredadores invasivos, [los gusanos planos gigantes] probablemente sean una amenaza para la abundancia y la biodiversidad de los invertebrados del suelo", advirtió entonces el investigador.
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