El presidente ruso, Vladímir Putin, confirmó que Bakú y Ereván han llegado a un acuerdo para poner fin a las hostilidades en la región de Nagorno Karabaj, y que se desplegarán fuerzas de paz rusas a lo largo de la línea de contacto.
"Presumimos que los acuerdos alcanzados crearán las condiciones necesarias para una solución a largo plazo y en gran escala de la crisis en Nagorno Karabaj, sobre una base justa y en interés de los pueblos armenio y azerbaiyano", expresó el mandatario después que los líderes de los tres países firmaran una declaración conjunta.
En su declaración, Putin detalló que el alto el fuego total entre ambas partes comienza el 10 de noviembre. Como parte del pacto firmado, Azerbaiyán y Armenia se detendrán en las posiciones ya ocupadas y deberán intercambiar prisioneros de guerra, señaló el líder ruso.
Además, el presidente ruso destacó que Moscú, Ereván y Bakú acordaron desbloquear todos los centros económicos y de transporte en Nagorno Karabaj. "El control de las comunicaciones y transporte se lleva a cabo, entre otras cosas, con la asistencia de los órganos del Servicio de Fronteras del Servicio Federal de Seguridad de Rusia", subrayó Putin.
El mandatario indicó también que un contingente de fuerzas de paz de Rusia se está desplegando a lo largo de la línea de contacto en la región, así como a lo largo del corredor que conecta Nagorno Karabaj con Armenia.
La misión de mantenimiento de la paz
Por su parte, el Ministerio de Defensa de Rusia informó que las fuerzas rusas ya salieron desde el aeródromo de Uliánovsk, en aviones Il-76 d, hacia Nagorno Karabaj.
Según ese organismo, alrededor de 2.000 militares, 90 vehículos blindados y 380 unidades de equipos militares participarán en la misión de mantenimiento de la paz en la disputada región.
El Ministerio confirmó que se establecerán puestos de observación rusos a lo largo de la línea de contacto en Karabaj, así como del corredor de Lachin. Asimismo, destacó que se desplegará un mando de las fuerzas de paz rusas para gestionar la operación en la zona de Stepanakert.
"Una decisión muy dura"
Poco antes de la declaración de Putin, el primer ministro de Armenia, Nikol Pashinián, anunció la firma de la declaración sobre el cese de la guerra en Nagorno Karabaj, expresando que ha sido "una decisión muy dura" y que el texto de la declaración es muy "doloroso" tanto para él personalmente, como para todo el pueblo armenio.
Sin embargo, tras "un análisis profundo de la situación militar" y consultas con personas al tanto del desarrollo de los acontecimientos en la disputada región, el primer ministro armenio sostiene que "es la mejor decisión en la situación actual".
Mientras tanto, el presidente de la república no reconocida de Nagorno Karabaj, Arayik Harutyunián, dio ya su consentimiento para poner fin a las hostilidades en el conflicto con Azerbaiyán.
Por su parte, el presidente de Azerbaiyán, Ilham Alíev, calificó de "histórico" el acuerdo con Armenia y Rusia, y expresó su agradecimiento a Vladímir Putin por su participación personal en la resolución de ese conflicto armado.