Crece la conmoción en México por la represión policial a balazos contra las mujeres que protestaban por los femicidios en Cancún

López Obrador condenó el ataque y exigió investigar para deslindar responsabilidades.

Colectivos de mujeres salieron a protestar contra la violencia femicida en Cancún, uno de los principales centros turísticos del Caribe, y terminaron baleadas por policías, lo que derivó en un escándalo y la exigencia del presidente Andrés Manuel López Obrador para que se realice una pronta investigación y se evite la impunidad de los responsables.

La inédita y violenta represión ocurrió el lunes por la noche frente al Palacio Municipal de Cancún, cuando una multitud protestaba por el asesinato de Bianca Alejandrina Lorenzana, una joven de 20 años a quien su familia y amigos llamaban Alexis. La joven desapareció el sábado y al día siguiente fue encontrada muerta. La habían descuartizado y tirado en una bolsa de plástico.

Organizaciones feministas convocaron de inmediato a una manifestación, pero fueron sorprendidas con la llegada de policías municipales que las empezaron a perseguir y a insultar mientras disparaban armas de largo alcance. Antes, ya les habían tirado balas de goma.

Los videos de la agresión se viralizaron rápidamente en las redes sociales, ya que el ataque incluyó a periodistas que cubrían la movilización y a quienes los policías también les dispararon y les arrebataron teléfonos celulares para que no registraran los hechos.

Según el portal Animal Político, los trabajadores de prensa heridos son Cecilia Solís, de Energy FM; Roberto Becerril, de La Verdad; Santiago Rodas, reportero gráfico de la agencia Quadratín, y Selene Huidrobo, reportera de televisión del Grupo Sipse.

Desde anoche y hasta el mediodía de este martes, tanto Mara Lezama, la alcaldesa de Cancún, como el gobernador de Quintana Roo, Carlos Joaquín González, se deslindaron al asegurar que no habían dado orden alguna a los policías para que dispararan, pero la Secretaría de Gobernación nacional, que encabeza Olga Sánchez Cordero, advirtió que estaría atenta al caso por ser la dependencia responsable de velar los derechos humanos.

Este martes, el gobernador anunció la destitución del director de la Policía municipal, Eduardo Santamarina, hasta ahora máximo responsable de la represión.

El caso escaló tanto que incluso la Oficina en México del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos condenó el uso excesivo de la fuerza, que incluyó armas de fuego.

"Las autoridades deben respetar proteger y promover el derecho a la manifestación. No debe hacerse uso de armas letales en protestas pacíficas. La policía debe regirse por principios de uso de la fuerza que incluyen la necesidad, proporcionalidad, prevención y rendición de cuentas", advirtió el organismo en su cuenta de Twitter.

Consideró, además, que es "muy preocupante" el elevado número de periodistas lesionados, ya que la labor de los trabajadores de prensa resulta esencial para una sociedad libre, democrática y plural.

Condena

En medio del escándalo, López Obrador advirtió que es más que evidente que las fuerzas de Seguridad no pueden disparar durante las manifestaciones.

"Tiene que hacerse una investigación, deslindar responsabilidades, castigar a los culpables. No se debe utilizar la fuerza, no se deben utilizar armas ni dispararlas, eso tiene que ver con actitudes autoritarias que no se acomodan a los nuevos tiempos", afirmó al ser cuestionado durante su tradicional rueda de prensa mañanera.

También explicó que hasta ahora hay dos versiones de lo ocurrido, ya que en una culpan a la Policía estatal y en otra a la municipal, además de las acusaciones contra la Guardia Nacional que, según los testimonios recabados, llegaron al final de la represión.

"En Quintana Roo hay un mando único, es decir que la Policía del estado tiene el control de las policías municipales, lo que procede es que el gobernador, que es una gente responsable, indague y aclare qué sucedió, quién es el autor intelectual, quién dio la orden y quienes llevaron a cabo esas acciones", dijo.

El presidente aseguró que la investigación no debe tardar, y si los resultados no son satisfactorios, si no hay justicia rápida, entonces la que tiene que actuar, incluso de oficio, es la Comisión Nacional de Derechos Humanos.

"Nada de estar protegiendo a nadie. Cuando hay un asunto así se debe de actuar sin contemplaciones. No debe haber impunidad ni protección para nadie", señaló.

¿Una costumbre?

A pesar de las palabras del presidente, lo ocurrido en Cancún solamente refuerza las crecientes agresiones que han sufrido las manifestaciones feministas en México en los últimos meses.

El 22 de agosto, en la ciudad de León, Guanajuato, la Policía reprimió una marcha contra el acoso sexual. Los agentes golpearon y detuvieron a decenas de mujeres, entre ellas algunas periodistas que cubrían la movilización.

Lo mismo ocurrió a principios de septiembre en Ciudad Juárez y en Chihuahua durante protestas por los abusos policiales y los crímenes de odio que culminó con la detención de decenas de mujeres, incluidas menores de edad.

Ese mismo mes, la violencia contra las marchas feministas se repitió en Culiacán, Ecatepex, Ciudad de México, Xalapa y Tijuana, en donde las manifestantes fueron corridas con gases lacrimógenos, balas de goma, a golpes y detenidas.

Hace sólo dos días, las escenas de violencia se repitieron en Cuatitlán, en el Estado de México, en donde la Policía reprimió a mujeres que protestaban por el femicidio de Ámbar Viridiana, una joven de 17 años.

Cecilia González