La primera dama estadounidense, Melania Trump, aún no ha extendido una invitación a la esposa de Joe Biden, Jill, para reunirse con ella; uno de los últimos gestos que evidencian la negativa del equipo del mandatario a reconocer su derrota en las presidenciales del pasado 3 de noviembre.
Según una fuente consultada por CNN, Melania Trump —que hace cuatro años tomó el tradicional té en la Casa Blanca e hizo un recorrido por la residencia ejecutiva por invitación de la entonces primera dama Michelle Obama— aún no se ha comunicado con Jill Biden.
En la misma línea, otra fuente indicó que la agenda diaria de la esposa del presidente apenas ha sufrido cambios. "Tengo entendido que todo sigue igual en el ala este", señaló la fuente, sugiriendo que incluso si Melania Trump quisiera comenzar el proceso de transición, la primera dama todavía está paralizada por la negativa del presidente a aceptar la victoria de Joe Biden.
"Una transición suave hacia una segunda Administración Trump"
El gesto de Melania se suma a otros similares del propio Trump y de su equipo. Así, el secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, declaró en este martes en rueda de prensa que "habrá una transición suave hacia una segunda Administración Trump", cuando fue preguntado sobre si el Gobierno está trabajando con el equipo de Biden para una transición de poder.
Pompeo también dijo que considera "ridículo" sugerir que la negativa de Trump a admitir la derrota en las elecciones podría socavar los esfuerzos de EE.UU. por promover elecciones libres y transferencias pacíficas de poder al extranjero.
Trump: "¡Vamos a ganar!"
El propio Trump, que este miércoles aparecerá en público por primera vez desde que las proyecciones de los principales medios del país dieran la victoria a Biden este fin de semana, utiliza su cuenta de Twitter para seguir prometiendo que va a "ganar" y anunciar un "gran progreso", tras denunciar fraude electoral en las presidenciales de la semana pasada.
La gran mayoría de los republicanos tampoco han reconocido, de momento, la victoria de los demócratas (con algunas importantes excepciones, como la del senador Mitt Romney).
Por su parte, Emily Murphy, responsable de la Administración de Servicios Generales (GSA por su sigla en inglés), aún no ha firmado un documento clave que permitiría el acceso de los responsables demócratas de la transición a los recursos gubernamentales destinados para ese fin.
Reacciones en los medios
La situación ya ha provocado una tormenta de burlas en la televisión estadounidense —incluidos los programas nocturnos de Jimmy Kimmel y James Corden—, mientras que el canal Fox News incluso cortó este lunes la transmisión en vivo de una rueda de prensa de la portavoz de la Casa Blanca, Kayleigh McEnany, en la que sugería que existió fraude electoral durante las presidenciales.
"A menos que tenga más detalles para respaldar eso, no podemos seguir mostrando esto con buen semblante", declaró el presentador Neil Cavuto.
El pasado 4 de noviembre, una presentadora de NBC interrumpió la retransmisión del discurso que Donald Trump ofrecía en la noche electoral para decir que algunas de las afirmaciones que estaba lanzando el mandatario eran falsas. Durante su intervención, el mandatario sostuvo que ya había ganado en Georgia y Míchigan, aunque el recuento de votos en estos estados no había concluido.
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