Un hombre de 30 años tendrá que pagar una multa y hacer 180 horas trabajos comunitarios en Suecia por circuncidar de manera ilegal a nueve niños con una pistola de soldar en las localidades de Söderhamn y Gävle, en la provincia de Gävleborg, informaron este miércoles medios locales.
El individuo, un inmigrante que carecía de licencia médica en Suecia, argumentó que cuenta con educación de ese tipo en Siria, por lo que considera que se le debería permitir practicar esa tipo de operaciones.
En un primer momento, la fiscal que llevó el caso, Elin Källberg, pidió dos años de prisión para el acusado, pero la Justicia sueca, finalmente, ha optado por una sentencia suspendida, por lo que el hombre se ha librado de entrar a la cárcel. No obstante, Källberg no descarta una apelación del fallo.
El hombre ha sido absuelto de agresión en cuatro de los casos y de causar lesiones corporales en los otros cinco. La sentencia señala que no ha sido probado que la inflamación en algunos de los niños se debiera a las circuncisiones, mientras que tampoco se ha podido probar que el dolor fuera de tal naturaleza para ser considerado como "abuso".
¿Qué ocurrió?
Además de estar sometido a la libertad condicional, el acusado tendrá que realizar 180 horas de trabajos comunitarios por agresión, causar daños corporales y violar la ley sobre la circuncisión de niños. Asimismo, tendrá que pagar una multa de unos 6.300 dólares en concepto de daños y otra de alrededor de 3.800 dólares al Estado.
Entre abril y mayo de 2018, el hombre llevó a cabo las polémicas cirugías, por las que cobraba unos 230 dólares, a petición de los padres de los pequeños.
Tras la operación, algunos niños sentían tanto dolor que les costaba caminar y decidieron acudir al médico, que vio que las intervenciones médicas no habían sido realizadas por un cirujano real, sin de forma descuidada.
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