Un cohete propulsor lanzado a la Luna hace más de medio siglo regresa a la órbita de la Tierra
Un cohete propulsor lanzado a la Luna hace más de medio siglo ha sido capturado por la gravedad de la Tierra y orbitará nuestro planeta "durante algunas semanas", informa Jet Propulsion Laboratory (JPL, por su siglas en inglés) de la NASA.
La Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio lanzó la sonda Surveyor 2 sin tripulación al satélite terrestre en 1966, pero un problema en pleno vuelo hizo que la nave espacial se descontrolara y finalmente perdiera el contacto.
Ahora Atlas-Centaur, el cohete propulsor de la etapa superior que ayudó a despegar la desafortunada nave espacial de la Tierra, ha regresado a la órbita de nuestro planeta debido a las fuerzas gravitacionales.
Los expertos creen que se convertirá en un satélite temporal durante las próximas semanas o meses hasta que finalmente escapará de la atracción gravitacional de la Tierra y regresará a una órbita solar.
La misión lunar
El módulo de aterrizaje lunar Surveyor 2 fue lanzado hacia la Luna el 20 de septiembre de 1966 en un cohete Atlas-Centaur. La misión fue diseñada para el reconocimiento de la superficie lunar antes de las misiones Apolo.
Poco después del despegue, el Surveyor 2 se separó de su propulsor como estaba previsto. Pero el control de la nave espacial se perdió un día después cuando uno de sus propulsores no se encendió, lo que hizo que girara.
La nave espacial se estrelló contra la Luna, justo al sureste del cráter Copérnico, el 23 de septiembre de 1966. Mientras tanto, el cohete Atlas-Centaur de la etapa superior, pasó junto a la Luna y desapareció en una órbita desconocida alrededor del Sol.
¿Un asteroide?
El pequeño objeto fue descubierto en septiembre por los astrónomos que operan el telescopio de inspección Pan-STARRS1 de la NASA. Los expertos se dieron cuenta de que seguía una trayectoria claramente curvada en el cielo, un signo de su proximidad a la Tierra.
Por eso, al principio asumieron que era un asteroide. El objeto incluso fue bautizado como 2020 SO, una designación estándar para esos cuerpos celestes. Sin embargo, los científicos del Centro de Estudios de Objetos Cercanos a la Tierra (CNEOS, por sus siglas en inglés) del JPL vieron la órbita y supusieron que era algo muy diferente.
"Un momento de eureka"
Sospechando que el 2020 SO era una antigua misión lunar, el director de CNEOS, Paul Chodas, hizo retroceder en el tiempo datos de la órbita del objeto para determinar dónde había estado en el pasado.
Descubrió que el objeto se había acercado un poco a la Tierra varias veces a lo largo de las décadas, pero a fines de 1966, según su análisis, el 2020 SO habría estado lo suficientemente cerca como para haberse originado en la Tierra.
Al comparar las órbitas de asteorides y de satélites y realizar observaciones adicionales, el equipo se dio cuenta de que probablemente era un remanente de los primeros años de la carrera espacial.
"Fue como un momento eureka cuando una revisión rápida de las fechas de lanzamiento de las misiones lunares mostró una coincidencia con la misión Surveyor 2", explicó Chodas.