El presidente de EE.UU., Donald Trump, se mostró este viernes optimista sobre la nueva vacuna de Pfizer contra el covid-19, afirmando que "en cuestión de semanas" se empezará a distribuir entre los ancianos y grupos vulnerables. Simultáneamente, advirtió que la politización de la situación por parte del gobernador Andrew Cuomo retrasará los envíos al estado de Nueva York.
Durante una rueda de prensa desde la Casa Blanca, Trump manifestó que las vacunas "llegarán en unas pocas semanas", asegurando que las dosis están listas y que simplemente se espera por la aprobación para dárselas "de inmediato a las personas de alto riesgo". Sin embargo, todavía no se ha solicitado su uso de emergencia a la Administración de Alimentos y Medicamentos, ni Pfizer dispone de una gran reserva comercial, según AP.
La Administración Trump planea distribuir 20 millones de dosis en diciembre y luego 25 millones de dosis mensuales, estimando que estará disponible para todos los estadounidenses a partir de abril. Incluso, cree el mandatario, la velocidad de distribución podría ser mucho más rápida si se aprueban más vacunas.
No para Nueva York
"A partir de abril la vacuna estará disponible para toda la población en general, con excepción de lugares como el estado de Nueva York", subrayó Trump, para de seguidas explicar que esto se debe a "razones políticas".
"No haremos entregas a Nueva York hasta que tengamos autorización para ello. Me duele decir eso. El gobernador Cuomo tendrá que avisarnos cuando esté listo, porque de lo contrario no podemos suministrar la vacuna a un estado que no se lo entregará a su gente de inmediato", agregó el presidente, lamentando que Cuomo "no confía en el origen de la vacuna".
Cuomo responde
Poco después de las declaraciones del jefe de la Casa Blanca, el gobernador dijo en declaraciones a CNN que "nada de lo expuesto por Trump es cierto" y que lo que busca es intentar "intimidar a los gobernadores".
Cuomo respondió que "en primer lugar, afortunadamente", Trump "no estará aquí" en abril para manipular la distribución de vacunas. "En lo que los estadounidenses no confían es en el presidente Trump", agregó señalando que cerca de la mitad del pueblo estadounidense está preocupado "de que el proceso de aprobación de la vacuna se politizó para servir a Trump durante su campaña".
Uno de sus asesores también sostuvo que Cuomo en realidad "está luchando para garantizar que las comunidades más afectadas" reciban el antígeno en Nueva York, recogen medios locales.
"Trump falló con su respuesta a la pandemia, mintió a los estadounidenses y fue despedido por los votantes por su incompetencia", afirmó por su parte el asesor Rich Azzopardi.