El segundo líder más importante de Al Qaeda, acusado de ser uno de los autores intelectuales de los mortíferos ataques de 1998 contra embajadas estadounidenses en África, fue asesinado en Irán hace tres meses, informa The New York Times, citando fuentes de inteligencia.
Abdullah Ahmed Abdullah, conocido por el nombre de Abu Muhammad al-Masri, fue baleado en las calles de Teherán por dos hombres en una motocicleta el 7 de agosto, aniversario de los ataques. Fue asesinado junto con su hija, Miriam, viuda del hijo de Osama bin Laden, Hamza bin Laden.
Según las fuentes del medio, el ataque fue llevado a cabo por agentes israelíes que actuaban a instancias de EE.UU. El asesinato de Masri, quien fue visto como un probable sucesor del actual líder de Al Qaeda, Ayman al-Zawahiri, se mantuvo en secreto hasta ahora, agregó el medio.
Las autoridades estadounidenses habían estado rastreando a Masri y otros agentes de Al Qaeda en Irán durante años. Sin embargo, no está claro qué papel (si es que tuvo alguno) desempeñó Washington en el asesinato del militante nacido en Egipto, apuntó el diario.
Por su parte, Al Qaeda no ha anunciado su muerte, mientras que los funcionarios iraníes lo han encubierto y ningún gobierno se ha atribuido públicamente la responsabilidad, destacó The New York Times.
Masri había estado bajo la "custodia" de Irán desde 2003, pero había estado viviendo libremente en un suburbio exclusivo de Teherán desde 2015, citó el medio a sus fuentes. De acuerdo con funcionarios de contraterrorismo estadounidenses, Irán podría haberlo dejado vivir allí para realizar operaciones contra objetivos estadounidenses.