Miles de partidarios del presidente de EE.UU., Donald Trump, salieron a las calles este sábado para apoyar las demandas sobre el supuesto fraude electoral que entregaría la victoria a Joe Biden, quien hasta el momento ya suma 306 votos electorales, según las proyecciones, de los 270 necesarios para ganar los comicios.
La multitud republicana cantó y rezó a favor de su candidato. Sin embargo, también se generaron peleas con activistas de otras fuerzas políticas en las calles de Washington D. C.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Kayleigh McEnany, afirmó que asistieron "más de un millón" de manifestantes. No obstante, estimaciones más conservadoras cifran la asistencia en miles, aunque las tomas aéreas de la marcha mostraron una gran afluencia de simpatizantes del actual mandatario.
Conforme avanzaron los manifestantes hacia la Corte Suprema, se escucharon cánticos acerca de las presuntas irregularidades que, según Trump, le restarían los votos necesarios para lograr un segundo mandato. "Detengan el robo" y "Fox News apesta", fueron algunas de las frases que coreaban los participantes.
Tras llegar a la Corte Suprema, la multitud oró para que Dios "revele toda la corrupción y el fraude en esta elección y muestre a todos su voluntad". Donald Trump también participó en el encuentro, saludando a sus partidarios desde la caravana presidencial.
Sin embargo, el ambiente no fue del todo festivo. Pequeños grupos de contramanifestantes vestidos de negro se presentaron en el lugar y pronto comenzaron los enfrentamientos desde ambos lados. La Policía local logró contener los conflictos y mantuvo separados a los bandos.
"La gente no va a tolerar que una empresa privada de la izquierda radical, Dominion, les robe esta elección", tuiteó más adelante el inquilino de la Casa Blanca, refiriéndose a la firma de máquinas de votación cuyo 'hardware' se utilizó en 28 estados y ha sido acusado de otorgar votos a Biden a través de "errores".
A pesar de la insistencia de Trump, el Departamento de Seguridad Nacional de EE.UU. calificó el viernes las recientes elecciones presidenciales como "las más seguras de la historia" del país norteamericano.
Las agencias electorales de la nación, junto con casi una docena de funcionarios federales, aseguraron que no se halló evidencia de votos perdidos o modificados en los comicios.