La enfermedad de Alzheimer es una de las formas más comunes de demencia relacionada con la edad y se asocia a los procesos neurodegenerativos que genera la acumulación de densas placas de proteínas amiloides en las células cerebrales, pero muchos aspectos de su desarrollo aún son un misterio.
Sin embargo, un equipo internacional compuesto por científicos de Suiza e Italia ha resuelto algunas de esas incógnitas, según indican los resultados del estudio que publicó la revista Journal of Alzheimer's Disease.
Entre las teorías sobre el surgimiento de acumulación de amiloides figuraba el papel de las bacterias simbióticas de la flora intestinal, ya que su cantidad en pacientes con alzhéimer supera los niveles habituales.
Estos especialistas liderados por el investigador Giovanni Frisoni confirmaron ese vínculo tras examinar a 89 voluntarios de 65 a 85 años con o sin enfermedades neurodegenerativas, comunicó la Universidad de Ginebra (Suiza).
El análisis de las tomografías de cabeza y la sangre de esas personas en busca de marcadores de inflamación, proteínas y otras moléculas que estarían asociadas con la actividad de las bacterias intestinales permitió a esos expertos obtener resultados "claros".
Así, "ciertos productos bacterianos de la microbiota intestinal se correlacionan con la cantidad de placas amiloides en el cerebro a través del sistema sanguíneo, que transporta ciertas proteínas de las bacterias al cerebro", detalló Moira Marizzoni, investigadora del Centro Fatebenefratelli de Brescia (Lombardía, Italia) y primera autora del estudio.
El paso siguiente será identificar cuáles son las bacterias que están involucradas en este fenómeno.