La Cámara de Diputados de Argentina comenzó a debatir este martes, en una larga y crucial jornada parlamentaria, la Ley del Aporte Solidario a las grandes fortunas personales que afectará a las 12.000 personas más ricas del país, que tendrán que cubrir por única vez un impuesto especial que se invertirá en paliar el negativo impacto social de la pandemia de coronavirus.
El proyecto, que ya se popularizó como "impuesto a la riqueza", abarca a quienes posean fortunas a partir de los 200 millones de pesos (unos 2,5 millones de dólares), y entre sus principales impulsores está el diputado Máximo Kirchner, hijo de los expresidentes Néstor Kirchner y Cristina Fernández, actual vicepresidenta.
De acuerdo con la iniciativa, que establece gravámenes del 2,0 % al 3,5 % de acuerdo con el monto de los bienes declarados, gracias a este aporte el gobierno recaudará unos 3.000 millones de dólares, recursos que se invertirán en la compra y/o elaboración de equipamiento médico, elementos de protección, medicamentos, vacunas e insumos sanitarios en general.
También se otorgarán subsidios a las micro, pequeñas y medianas empresas y a personas que vivan en barrios populares; y se financiarán becas educativas y programas de exploración, desarrollo y producción de gas natural con la petrolera estatal YPF.
La medida sólo afecta al 0,04 % de la población adulta del país, al 1,1 % de quienes ya pagan impuestos a bienes personales y el 0,8 % de la población económicamente activa.
A pesar de que es un universo mínimo, el proyecto es resistido por los millonarios del país y las asociaciones de empresarios, que consideran que desalienta las inversiones y que son apoyados por la oposición política y mediática que lo han calificado incluso como "confiscatorio".
El caso de Argentina no es la excepción, ya que otros países Como Suiza, España, Italia, Chile, Perú, Ecuador y Brasil están discutiendo proyectos similares para que los más ricos colaboren a mitigar el empobrecimiento y la recesión generalizada provocado por la emergencia sanitaria.
El debate
La sesión en Diputados, que también incluye el Presupuesto 2021, comenzó a mediodía y se prevé que terminará por la madrugada, ya que es un tema que genera tantas resistencias que ya se anotaron para exponer más de 160 oradores.
El bloque de Juntos por el Cambio, la alianza que encabeza el expresidente Mauricio Macri y que es la principal fuerza opositora del país, ya anticipó su voto en contra, en tanto que la izquierda se abstendrá al considerar que el impuesto debería ser permanente y no extraordinario.
Sin embargo, se prevé que la iniciativa será aprobada, ya que el oficialista Frente de Todos y sus aliados superan los 129 votos que se requieren para que pase al Senado, en donde deberá ser ratificado o rechazado.
Además del recinto parlamentario, la discusión del impuesto a la riqueza se trasladará a las calles, ya que están previstas tres movilizaciones de apoyo al gobierno debido a que este martes se celebra el Día de la Militancia en recuerdo al 17 de noviembre de 1972, cuando el expresidente Juan Domingo Perón volvió de su exilio.
La pobreza en el país aumentó del 35,5 % al 40,9 % durante el primer semestre, pero la cifra será todavía mayor al cierre de 2020
Los militantes realizarán diferentes caravanas a lo largo del día para defender un proyecto que consideran que representa las políticas de justicia social que prometió el presidente Alberto Fernández.
Argumentos
El mandatario comenzó a impulsar la ley desde mayo, cuando aclaró que no se trataba de un impuesto permanente, sino de un aporte para ayudar a los que menos tienen y que han padecido más los estragos de una pandemia que este año provocará en el país una caída de la economía del 11,8 %, de acuerdo con estimaciones del Fondo Monetario Internacional.
En septiembre, los datos oficiales confirmaron que la pobreza en el país ya había aumentado del 35,5 % al 40,9 % durante el primer semestre, pero la cifra será todavía mayor al cierre de 2020.
Fernández también recordó que este mismo tipo de aporte se ha discutido en países como Alemania, por lo que no se entiende que en Argentina sea tan resistido a pesar de que impactará en tan pocas personas.
"La responsabilidad y el compromiso social debería obligarlos a entender que la contribución hace falta, tiene fines específicos, estará destinado a los sectores más pobres, y al sector productivo, a la pequeña y mediana empresa", dijo.
Al defender la iniciativa, el diputado Máximo Kirchner agregó que el aporte extraordinario es una herramienta para acompañar al Gobierno nacional, en consonancia con todas las medidas que se vienen tomando para que Argentina pueda salir adelante.
"Es la plataforma para que podamos discutir una reforma tributaria que la sociedad argentina claramente necesita. No es un proyecto en contra de ningún argentino ni ninguna argentina, sino a favor del conjunto", aseguró.
El jefe de la bancada de Juntos por el Cambio, Mario Negri, anticipó de igual forma el voto negativo de este bloque al considerar que el proyecto es coercitivo y terminará afectando todavía más la actividad económica.
"Es populismo tributario para enamorar a la gente, no es ordenado ni forma parte de un plan. Necesitamos inversión y menor presión tributaria, no es un problema de que aquellos que tienen más pongan más", acusó.