Un equipo de ingenieros ha determinado que un error humano propició la pérdida de trayectoria del cohete espacial Vega de la Agencia Espacial Europea (ESA) ocho minutos después de su despegue desde el Centro Espacial de Kourou, en la Guayana Francesa, el pasado lunes.
Roland Lagier, director técnico de Arianspace, compañía desarrolladora del cohete, informó en conferencia de prensa, citada por Spaceflight Now, que después de revisar los datos de telemetría y conducir una investigación se ha determinado que las fallas fueron originadas por un yerro humano durante el proceso de ensamblaje.
Según explicó Lagier, el cableado del sistema de control del vector de empuje debió de invertirse cuando se montó la etapa superior del módulo AVUM. "Esto fue, por supuesto, una cuestión de producción y calidad. Fue un error humano y no de diseño", señaló.
El objetivo de la misión VV17 del cohete Vega era poner en órbita el satélite de observación terrestre de alta definición español SEOSAT-Ingenio, así como el satélite TARANIS para la Agencia Espacial Francesa, en dos órbitas ligeramente diferentes a unos 676 kilómetros de la Tierra.
Sin embargo, tras los fallos presentados en el módulo AVUM, el cohete, junto con sus carga útiles, cayeron de vuelta a la Tierra, quemándose durante su entrada a la atmósfera. Los restos del aparato cayeron en una zona desolada del Ártico.
Asimismo, siguiendo los protocolos estándar, el día de ayer la Agencia Espacial Europea y Arianespace conformaron una comisión de investigación independiente presidida conjuntamente por Daniel Neuenschwander, director de Transporte Espacial de la ESA, y Stéphane Israël, director general de Arianespace. La comisión proporcionará pruebas detalladas para explicar por qué no se tomaron medidas para identificar y corregir el error de integración.
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