Donald Trump no reconoce su derrota en las elecciones presidenciales y parece no tener prisa a la hora de transferir el poder a Joe Biden, que sigue sin tener acceso a la inteligencia u otros recursos que normalmente el presidente entrante tiene disponibles durante este período. Entretanto, diferentes medios estadounidenses notan que la Administración Trump actualmente está trabajando para dificultarle el trabajo a Biden y frustrar su agenda.
A principios de esta semana, The New York Times reportó que Trump habría planteado y discutido una opción militar contra una central nuclear de Irán en las últimas semanas de su mandato, pero aparentemente lo habrían convencido de abstenerse de realizar un ataque.
Según el periódico, el objetivo del mandatario podría ser 'fastidiar' a la Administración Biden, que expresó su intención de volver a unirse al acuerdo nuclear iraní, del cual Trump se retiró en 2018.
Además, durante su mandato Trump llevó a cabo una campaña sistemática de 'máxima presión' contra Teherán, imponiendo más y más sanciones. Así, en octubre la Administración Trump sancionó a 17 bancos que Irán utilizó para comprar medicamentos y bienes humanitarios en el extranjero. También se bloqueó el intento de Teherán de pedir fondos de emergencia del Fondo Monetario Internacional para hacer frente a la pandemia.
Todo ello hará que a Biden "le resulte más difícil levantar estas sanciones y persuadir a las empresas y los bancos para que regresen a Irán, especialmente cuando las sanciones levantadas por Biden podrían ser restauradas por un presidente republicano en 2025", señaló a CNN el director ejecutivo de la Fundación para la Defensa de las Democracias, Mark Dubowitz.
No obstante, la política en torno a Irán no sería la única acción que la Administración Trump estaría tomando para vincular a Biden con su trayectoria política. Entre otras cosas los expertos mencionan también la política de Trump acerca de Israel, China y Yemen.
El objetivo es "provocar tantos incendios que sea difícil para la Administración Biden apagarlos todos", declaró un funcionario.
China
Trump planea promulgar una serie de "políticas de línea dura" contra China para hacer "políticamente insostenible" que Biden cambie de rumbo respecto a la nación asiática, informaron al portal Axios altos funcionarios de la Administración Trump.
En particular, se planea sancionar o restringir el comercio con más compañías, entidades gubernamentales y funcionarios chinos por presunta complicidad con violaciones de derechos humanos en Xinjiang y Hong Kong, o por amenazar la seguridad nacional de EE.UU.
"A menos que Pekín cambie de rumbo y se convierta en un jugador responsable en el escenario mundial, los futuros presidentes de EE.UU. encontrarán políticamente suicida revertir las acciones históricas del presidente Trump", declaró el vocero del Consejo de Seguridad Nacional, John Ullyot.
Por su parte, personas cercanas al equipo de transición de Biden durante una conversación con CNN tacharon de "en gran medida ineficaz" la política de Trump en China y sugirieron que las sanciones adicionales podrían darle ventaja a Biden en sus negociaciones con Pekín.
Venta de armas a EAU
Por otra parte, la Administración Trump anunció este mes un acuerdo de armas por 23.000 millones de dólares con los Emiratos Árabes Unidos que convertiría a Abu Dabi en el primer país árabe en poseer el F-35, el avión de combate más avanzado de EE.UU.
La autorización se produjo menos de dos meses después de que Emiratos Árabes se uniera a un acuerdo negociado por EE.UU. para normalizar las relaciones con Israel.
Los expertos advierten que el acuerdo podría alterar el equilibrio de poderes en Oriente Medio y desencadenar una nueva carrera armamentista en la región. Los demócratas, por su parte, alegaron que el acuerdo fue apresurado y que el Congreso no tuvo tiempo para considerar sus consecuencias.
Asentamientos israelíes en Cisjordania
La Administración Trump reafirmó recientemente su apoyo a Israel con la visita que Mike Pompeo realizó este jueves a los Altos de Golán, la primera de un secretario de Estado de EE.UU. a ese territorio ocupado.
Asimismo, Pompeo visitó un asentamiento israelí en Cisjordania, además de anunciar que los bienes exportados a EE.UU. desde los asentamientos ahora deben etiquetarse como 'hechos en Israel', lo que prácticamente significa el reconocimiento de la anexión 'de facto' por parte de Israel de gran parte de Cisjordania.
Biden, entre tanto, previamente mostró su apoyo a la llamada solución de dos Estados y en 2010, mientras ocupaba el cargo de vicepresidente, condenó enérgicamente la expansión de los asentamientos israelíes.
Designación de los hutíes como organización terrorista
Otra de las medidas que está valorando la Administración Trump es designar al grupo rebelde de los hutíes, que controla gran parte de Yemen y está vinculado a Irán, como una organización terrorista.
La decisión puede ser tomada muy pronto, según afirmaron a CNN dos funcionarios del Departamento de Estado, lo que podría obstaculizar la capacidad de Biden para desarrollar su propia política en Yemen, ya que no es fácil revocar una designación de grupo terrorista.
La medida puede dificultar el trabajo de la ONU sobre las conversaciones de paz en el país y afectar las entregas de ayuda humanitaria. No obstante, Pompeo "ve la designación como parte de la campaña de máxima presión contra Irán y no le importa si pone al equipo de Biden en una posición desafiante", según un oficial.
Retirada de tropas de Afganistán
Este martes, el Pentágono anunció que para el 15 de enero de 2021 —cinco días antes de la fecha prevista para que Biden asuma el cargo— reducirá aún más la presencia de sus fuerzas en Afganistán e Irak, esta vez hasta dejar a unos 2.500 militares en cada país.
La decisión se produjo a pesar de las advertencias de los republicanos del Senado y del secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, quien cree que la retirada acelerada de las tropas dejaría solo al Ejército afgano para mantener la seguridad, lo que ofrecería a grupos terroristas espacio para operar.
El secretario de Defensa en funciones, Christopher Miller explicó que la decisión "coincide con los planes establecidos y objetivos estratégicos" y no "equivale a un cambio en la política o los objetivos de EE.UU.". Sin embargo, los expertos coinciden en que se trata de uno de los 'ataques' contra Joe Biden.
"Trump está enviando un mensaje a su base de que está logrando precisamente lo que prometió y, en segundo lugar, está tratando de poner a los demócratas en una situación complicada", explicó el investigador principal del Instituto de Medio Oriente, Charles Lister.
Sin embargo, es poco probable que la medida afecte mucho a Biden, que lleva tiempo apoyando la retirada de tropas de Afganistán, a la vez que mantiene abierta la posibilidad de dejar atrás una fuerza antiterrorista. "Biden puede entrar en la Casa Blanca en 2021 y volver a desplegar esas tropas", dijo Lister.
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