Un sangriento conflicto que dejó 10.000 muertos en África podría reanudarse 30 años después
El conflicto por la región del Sahara Occidental, en el noreste de África, en el que Marruecos y el movimiento de liberación saharaui Frente Polisario han estado enfrentados durante décadas, amenaza con estallar con nueva fuerza en la actualidad.
Las dos partes se acusan mutuamente de violar el alto el fuego alcanzado en 1991, mientras que la ONU alienta a ambos actores del conflicto a reanudar un proceso político para encontrar una solución.
Aquí repasamos cómo se inició y cómo se está desarrollando este conflicto, que en el pasado dejó miles de víctimas mortales.
¿Cómo empezó?
El foco del conflicto se encuentra en la región del Sahara Occidental, rica en reservas de fosfato y aguas pesqueras. Después de que el territorio dejara de ser una colonia española en los años 70 del siglo pasado, pasó a estar controlado por Marruecos y Mauritania y ambos países se vieron inmersos en una guerra por las zonas de control. El movimiento de liberación local, el Frente Polisario, que gozaba del apoyo de Argelia, intervino en el conflicto y en 1976 proclamó la creación de la República Árabe Saharaui Democrática, que posteriormente fue reconocida por varios países y se unió a la Unión Africana.
En 1979,Mauritania decidió retirarse del conflicto y cedió al Frente Polisario el territorio que hasta entonces había controlado Nuakchot. En 1991, las dos partes del conflicto, que según diversas fuentes dejó entre 9.000 y más de 10.000 muertos y entre 100.000 y 200.000 desplazados, acordaron un alto el fuego bajo los auspicios de la ONU y desde entonces el Gobierno de Marruecos controló dos tercios de la región disputada, mientras que el resto quedó bajo el control del Frente Polisario. La ONU estableció que el Sahara Occidental es un territorio no autónomo y solicitó celebrar un referéndum sobre su destino que, sin embargo, nunca ha tenido lugar.
La región del Sahara Occidental es de gran importancia para Marruecos, ya que la única vía terrestre para el país hacia el resto de África pasa por allí, teniendo en cuenta que la frontera entre Marruecos y Argelia está cerrada desde hace décadas.
Bloqueo del paso y despliegue de tropas
La nueva escalada se registró en Guerguerat, un punto de cruce entre el Sahara Occidental y Mauritania, que se ubica en una parte desmilitarizada de la región disputada.
A partir del 21 de octubre, milicias del Frente Polisario y manifestantes que lo apoyaban bloquearon el paso a través de Guerguerat. Ante la situación, las Fuerzas Armadas de Marruecos enviaron el 13 de noviembre sus tropas a la región para reabrir el tráfico y extender el muro de seguridad de arena, que divide las zonas de control en el Sahara Occidental, para evitar la posibilidad de que un bloqueo similar ocurra en el futuro.
Desde Rabat aseguraron que el operativo no tenía "intención belicosa". "Marruecos decidió actuar después de dar tiempo suficiente para que la ONU interviniera", afirmó en ese contexto el ministro de Asuntos Exteriores marroquí, Nasser Bourita.
A continuación, ambas partes del conflicto se acusaron mutuamente de violar el alto el fuego: Marruecos arguyó que fue el bloqueo del paso de Guerguerat lo que lo originó, mientras que el Frente Polisario considera que la llegada de las tropas marroquíes marcó el fin del acuerdo.
El Frente Polisario anuncia el regreso "a la lucha armada"
El Frente Polisario acusó a las autoridades de Marruecos de "empezar la batalla y desatar una guerra" y anunció "la reanudación de la lucha armada". El lanzamiento del operativo "socavó seriamente no solo el alto el fuego y los acuerdos militares relacionados, sino también cualquier posibilidad de alcanzar una solución pacifica y duradera para la cuestión de descolonización del Sahara Occidental", declaró el líder del grupo, Brahim Ghali.
El representante del Frente Polisario en Europa, Oubi Bechraya, señaló a Reuters que en dicha zona se registraron enfrentamientos e intercambio de fuego el 13 de noviembre. Además, desde el grupo afirmaron que bombardearon los puestos militares marroquíes cerca del muro de seguridad.
"El instrumento del referéndum en el Sahara Occidental está muerto y enterrado"
Sin embargo, las autoridades marroquíes aseveraron que todavía apoyan el alto el fuego y desmintieron las declaraciones sobre los enfrentamientos armados, afirmando que sus militares solo efectuaron disparos de advertencia. "Marruecos permanece adherido a la preservación del alto el fuego, destacando que el operativo que se lleva a cabo por las Fuerzas Armadas Reales tiene por objetivo precisamente consolidar el alto el fuego, previniendo la recurrencia de esos actos graves e inadmisibles que violan el acuerdo militar y amenazan a la seguridad y estabilidad regional", declaró el Ministerio de Asuntos Exteriores.
Este martes, el primer ministro marroquí, Saad Eddine El Otmani, declaró que terminaron los trabajos para extender el muro de seguridad y precisó que solo "escaramuzas y combates esporádicos" se registraron en la zona en los últimos días. Asimismo, reiteró que sus militares recibieron la orden de responder a las ofensivas. "Hasta ahora, no hay nada de qué preocuparse a lo largo del muro de seguridad y en el Sahara marroquí en general", dijo.
Mientras tanto, el representante permanente de Marruecos en la ONU, Omar Hilale, opinó que el instrumento del referéndum en el Sahara Occidental "está muerto y enterrado desde hace más de dos décadas", agregando que no se puede " resucitar a un muerto".
Esta semana, Hilale afirmó que el Frente Polisario "se ha descalificado de cualquier solución política". "Cuando un lado declara una guerra y también se del alto el fuego, no tienen lugar en la mesa [de negociaciones]", dijo a la CNN. El embajador marroquí en el organismo internacional destacó que su país "no va a ir a una guerra, pero está listo para defender a civiles, defender su territorio y su integridad territorial".
A su vez, el doctor Sidi Omar, representante del Frente Polisario en la ONU, tachó de "farol" las declaraciones de las autoridades marroquíes sobre su cumplimiento del alto el fuego y acusó a Rabat de violar el régimen.
Los hechos fueron comentados también por el Ministerio de Asuntos Exteriores de Argelia, que "deploró profundamente las violaciones serias del alto el fuego" que, declaró, tuvieron lugar el 13 de noviembre, y llamó al "cese inmediato de estas operaciones militares, cuyas repercusiones afectarían la estabilidad de toda la región". Además, instó al secretario general de la ONU, António Guterres, a designar un enviado y reanudar las negociaciones.
Reacción de la ONU
El 13 de noviembre, Stéphane Dujarric, portavoz de António Guterres, señaló en un comunicado que el organismo "se involucró en iniciativas múltiples para evitar una escalada de la situación en la región". "El secretario general lamenta que estos esfuerzos han resultado infructuosos y expresa una grave preocupación respecto a las consecuencias posibles de los últimos acontecimientos", indicó. Guterres "está decidido a hacer todo lo posible para eliminar todos los obstáculos para la reanudación del proceso político", agregó.
Días después, el 17 de noviembre, el vocero declaró durante una rueda de prensa que todavía se puede evitar una mayor escalada en la región. "Es uno de los más graves incidentes que hemos visto. Pero claramente no es demasiado tarde para retroceder" y garantizar que la situación no se intensificará aún más, destacó.
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