La Armada rusa ha probado con éxito un misil hipersónico Tsirkón, que disparó desde el mar Blanco contra un objetivo ubicado a unos 450 kilómetros en el mar de Barents, según ha comunicado el Ministerio de Defensa de Rusia.
El proyectil partió de la fragata Admiral Gorshkov, de la Flota del Norte, y alcanzó velocidades que superaron Mach 8 —ocho veces la velocidad del sonido— antes de destruir el blanco.
Este misil entrará en servicio cuando termine su periodo de prueba y, además de la versión marítima, Rusia planea desarrollar un sistema semejante de lanzamiento terrestre.
La intención de Moscú es que el Tsirkón logre una velocidad máxima de Mach 9 y un alcance que supere los 1.000 km.