La sonda Chang'e-5, que China lanzó rumbo a la Luna el 23 de noviembre, ha aterrizado con éxito en la superficie del satélite natural de la Tierra, informa el canal CGTN.
La sonda tiene como objetivo traer a la Tierra dos kilogramos de muestras de suelo y rocas lunares. En caso de éxito, la misión Chang'e-5 convertirá a China en el tercer país que ha logrado recolectar muestras lunares, después de que décadas atrás lo hicieran EE.UU. y la URSS.
Antes de alunizar, el módulo de descenso con el aparato de despegue se separó del bloque orbital y de la cápsula espacial, que permanecerán en la órbita de la Luna a una altitud de 200 kilómetros en modo de espera. En el plano superior del módulo de descenso se encuentra un manipulador para recolectar suelo y rocas de la superficie de la Luna, mientras que en el plano lateral del aparato está instalado un dispositivo de perforación.
El lanzamiento de la Chang'e-5 se llevó a cabo mediante el cohete portador Changzheng 5, o Larga Marcha 5, desde el centro de lanzamiento espacial más meridional de China, el de Wenchang, ubicado en la costa noreste de la isla de Hainán. El 28 de noviembre, la sonda —que como sus predecesoras lleva el nombre de la diosa de la Luna de la mitología china, Chang'e— entró en órbita lunar.
Anteriormente, se informó que el lugar del alunizaje sería una inmensa llanura volcánica en la cara visible de la Luna, conocida como 'Oceanus Procellarum', u 'Océano de tormentas', donde se encuentran alrededor de 20 volcanes rodeados por campos de lava joven de entre 1.200 y 1.500 millones de años. Las muestras que se obtengan allí pueden ayudar a responder preguntas como cuánto tiempo fue volcánicamente activo el interior de nuestro satélite natural y cuándo se disipó su campo magnético.
La misión, la primera de este tipo desde la década de 1970, forma parte del Programa Chino de Exploración Lunar, que tendrá una duración de 15 años, y sus etapas posteriores son aún más ambiciosas.
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