Denuncian que a los niños con el 'síndrome del hombre lobo' les sigue creciendo el pelo después de que se les suministrase por error un medicamento
Las familias de los niños afectados en España por hipertricosis, o síndrome del hombre lobo, han denunciado que a los pequeños les sigue creciendo el pelo después de que el año pasado se les suministrase por error un medicamento, el minoxidil, indicado para el crecimiento del pelo, en lugar de omeprazol, para paliar el reflujo gastrointestinal que padecían.
En total el fármaco se suministró a una veintena de menores: diez de ellos en Torrelavega (en Cantabria, al norte del país) y se estima que a más de otra decena en Andalucía y la Comunidad Valenciana.
Ahora los abogados de las familias de algunos de estos niños han denunciado en el Juzgado de Torrelavega que a la mayoría les continúa brotando el vello corporal.
Primera denuncia en 2019
La primera denuncia penal fue presentada a finales de julio de 2019 en un juzgado de Torrelavega, cuando se conoció que a cuatro de los menores afectados, todos menores de un año, se les había incluido en una fórmula magistral farmacéutica que debían tomar el componente crecepelo en lugar del medicamento para tratar problemas intestinales.
Desde entonces, tanto ese juzgado como otro de Málaga, en Andalucía, se encuentran investigando la causa. Sin embargo, en todo este tiempo, no se han producido avances sustanciales. Los afectados han denunciado dilaciones, puesto que incluso la solicitud de pruebas ha quedado sin respuesta durante meses.
La demanda penal se dirige contra un laboratorio y las empresas importadoras y distribuidoras de medicamentos, a los que se les atribuye un delito contra la salud pública y de lesiones. Asimismo, también se denunció a dos farmacias de Cantabria, aunque en este caso la jueza instructora resolvió exculpar a los titulares de estos establecimientos.
¿Cómo están los pequeños?
Tras tomar minoxidil, los menores desarrollaron hipertricosis, que consiste en la aparición y crecimiento de pelo en todas las partes del cuerpo, generalmente de manera excesiva. Aunque los afectados tienen la misma esperanza de vida y desarrollan sus actividades de manera absolutamente normal, suelen estar estigmatizados por la sociedad debido a su apariencia.
En este caso, los pequeños obtuvieron atención médica, revisiones y un seguimiento. En Cantabria los menores recibieron tratamiento a través del trabajo coordinado entre pediatras de atención primaria, cardiología infantil, dermatología y los servicios de análisis clínicos.
Según la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), en septiembre del año pasado 12 de los niños afectados estaban recuperados o en fase de recuperación (entre 1 y 5 meses después de la suspensión del tratamiento), en otros cinco aún no se apreciaban cambios y no se disponía de información de los otros seis casos.