El gobernador de la provincia argentina de Jujuy, Gerardo Morales, inauguró este miércoles el primer laboratorio público de producción de cannabis medicinal del país sudamericano, lo que implica cambios en las políticas de drogas y el desarrollo de una nueva industria basada en una planta que todavía forma parte de la lista de sustancias prohibidas a nivel internacional.
"Arrancamos con este proyecto que nos llevó más de dos años y es 100 % público, pertenece al pueblo jujeño, pero es un camino que estamos compartiendo, está a disposición", dijo Morales en un evento en el que estuvo acompañado por los gobernadores de Corrientes, Gustavo Valdés, y de San Juan, Sergio Uñac, en donde en el corto plazo también comenzará a producirse marihuana con fines medicinales.
"Se han abierto puertas y se han generado reglamentaciones. Imaginen lo que fue ir a la AFIP (Administración Federal de Ingresos Públicos) para inscribir la producción de marihuana, hubo que registrar posiciones arancelarias para la importación de semillas, y para la exportación, todo eso no existía", agregó.
Morales explicó que tomó bastante tiempo elegir el tipo de semilla que mejor se adaptara al suelo y clima de la provincia y que se cultivó en un predio con todas las medidas de control posible, desde efectivos policiales hasta cámaras de seguridad con luces infrarrojas.
"Vamos a ser grandes productores los argentinos de cannabis medicinal (...) de ahí vamos también a la producción de cáñamo, hay iniciativas en el Congreso de la Nación, ya nos enviaron un borrador para poder participar. Tenemos un gran potencial como país", afirmó.
También subrayó que no se trata solamente de una innovación en la matriz productiva, sino que implica un desafío en políticas de salud porque se va a elaborar un producto médico a partir de aceites con un principio activo que otros laboratorios podrán comprar para producir cannabis medicinal.
Calidad de exportación
"Tenemos que empezar con una gran calidad en la producción, es lo que nos va a diferenciar en el mundo. Argentina tiene que distinguirse por la trazabilidad y la calidad. Cada paso, cada semilla, cada planta tiene un chip, ese seguimiento y el control de calidad son fundamentales porque no solo vamos a vender a Argentina sino al resto del mundo. Tenemos que exportar, abrimos un camino", aseguró.
Con respecto al laboratorio piloto que se inauguró este miércoles, el gobernador precisó que por el momento tiene la autorización para producir en 35 hectáreas, pero en los próximos meses esperan los permisos para cultivar en otras 600 hectáreas.
"Es un proyecto 100 % provincial, nos han hecho hasta denuncias penales, pero el tema es la convicción, cómo nos paramos, cuáles son los proyectos que queremos desarrollar, no bajar nunca los brazos. Ya tenemos producción en invernadero, ya hemos probado en campo, la humedad, ya sabemos cuál es la semilla, ya tenemos el laboratorio, ya hemos encargado la maquinaria y el equipamiento para el laboratorio grande a escala industrial que comenzará a funcionar en febrero", señaló.
Gastón Morales, presidente de Cannava, la empresa estatal de Jujuy que obtuvo la primera habilitación del país para producir marihuana medicinal, y quien además es hijo del gobernador, celebró "la profunda transformación científica" que representa el comienzo de la elaboración industrial de cannabis con fines terapéuticos.
"La ciencia y la política juntas al servicio del bienestar humano marca el único camino que vale la pena transitar ante amenazas como la ignorancia y el miedo", dijo en referencia a la añeja estigmatización que arrastra la marihuana.
Agregó que este proyecto implica el redescubrimiento de la potencia científica y terapéutica "de esta humilde planta" para aliviar a las personas.
"Es un golpe a la soberbia de nuestras estructuras, nos acerca a lo que padece el otro, nunca antes un producto médico tuvo semejante fuerza y vocación de permitirnos ponernos en el lugar de otro, si hay un elemento común al pensar en cannabis medicinal, eso es empatía", dijo.