Un informe de la Universidad de Toronto (Canadá) alerta que distintos Gobiernos utilizan a la empresa de vigilancia Circles para hacer espionaje en los teléfonos celulares de sus ciudadanos, implementando un 'software' especial proporcionado por esa firma.
Según el reporte, la compañía habría prestado este polémico servicio en varias naciones de América Latina: México, Guatemala, Honduras, El Salvador, Ecuador, Perú y Chile. También se destacan Estados de otras partes del mundo: Dinamarca, Bélgica, Serbia, Estonia; Marruecos, Guinea Ecuatorial, Nigeria, Botsuana, Kenia, Zambia, Zimbabue, Estonia; Israel, Emiratos Árabes, Tailandia, Vietnam, Malasia, Indonesia y Australia.
En la región latinoamericana, hay varias instituciones públicas involucradas en esta revelación. Entre ellas, figuran: la Policía de Investigaciones (PDI) de Chile, la Secretaría de Marina mexicana, el Gobierno del estado de Durango (México), la Dirección Nacional de Investigación e Inteligencia hondureña y las oficinas de Inteligencia peruanas.
México y Chile, dos ejemplos del espionaje
En México, no es la primera vez que se destapa un escándalo nacional ligado a un posible acto de espionaje contra la población. De hecho, durante el mandato de Enrique Peña Nieto (2012-2018) se produjeron muchos cuestionamientos por el uso del sistema Pegasus, de la compañía israelí NSO Group, por un presunto abuso de vigilancia. En concreto, los críticos señalaban que en vez de espiar a los delincuentes y narcotraficantes, se utilizaba contra periodistas y defensores de los derechos humanos.
El actual mandatario, Andrés Manuel López Obrador, había prometido acabar con estas prácticas. Sin embargo, a dos años de haber asumido la Presidencia, este reporte académico advierte que siguen produciéndose: "Parece haber sido utilizado por la Armada de México", se lee en la publicación. Los investigadores argumentaron que muchas direcciones IP estudiadas "devuelven certificados TLS válidos para semar.gob.mx".
En Chile, entre 2017 y 2018, Carabineros habría interceptado ilegalmente llamadas, chats de WhatsApp y Telegram de muchos reporteros. Según el informe, también espiaron a referentes mapuches y citaron conversaciones para justificar las detenciones, aunque muchos de los uniformados fueron procesados en la Justicia por colocar pistas falsas en los teléfonos de estos líderes sociales.
"Los Gobiernos pueden usarlo para acallar la protesta"
Por su parte, el analista político Javier Martínez opina: "Querer vigilar para dar seguridad, esa es la excusa, pero utilizarlo para vigilar a la gente, es convertir las peores pesadillas de un 'Panopticon' de Jeremy Bentham, o el 'Big Brother' de George Orwell, o 'Fahrenheit 451', en distopías para niños comparadas con estas tecnologías".
Con ese tono, comenta que "los Gobiernos deben tener muy pocos dilemas éticos" al emplear estas prácticas. "Esa pasión por controlar a todos los ciudadanos, es el peor ataque totalitario, más que los totalitarismos del siglo XIX o del siglo XX", expresa Martínez. Para el experto, "con estas tecnologías se meten en las conciencias de las personas".
Para concluir, señala que en escenarios donde se vivieron importantes revueltas populares en los últimos meses, como Chile y Perú, los Gobiernos pueden usar esta clase de programas "para manipular y acallar la protesta".
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