Un avión A400M de la Real Fuerza Aérea británica llevó a cabo un vuelo de reconocimiento sobre el iceberg más grande del mundo, según informaron este viernes las Fuerzas Británicas de las Islas del Atlántico Sur (BFSAI, por sus siglas en inglés)
Durante su actividad, la aeronave ha obtenido detalladas y espectaculares fotografías del témpano de hielo, conocido como A-68A, que actualmente se desplaza en aguas del Atlántico Sur en dirección a Georgia del Sur, una isla que tiene el estatus de territorio británico de ultramar.
Guiado por rastreo satelital, el A400M pudo acercarse lo suficiente al iceberg, revelando grietas y fisuras dentro de su cuerpo principal, de aproximadamente 4.200 kilómetros cuadrados, así como de los restos de hielo que han ido cayendo en aguas circundantes. Su gran tamaño hace imposible capturar la totalidad de su superficie en una sola toma desde el avión militar. "Esta es ciertamente una tarea única e inolvidable", dijo el líder del escuadrón a cargo de la operación, Michael Wilkinson.
Las imágenes están siendo estudiadas por los científicos con el fin de comprender el comportamiento del A-68A, que amenaza con encallar cerca de la costa de Georgia del Sur. Predecir sus siguientes movimientos ayudará a determinar los efectos potenciales para el área local ya que, anteriormente, los expertos advirtieron que podría suponer un peligro para la supervivencia de miles de pingüinos y focas al bloquear sus rutas de alimentación. Además, destruiría el ecosistema del fondo marino, que tardaría décadas, si no siglos, en recuperarse. Andrew Fleming, especialista de la Prospección Antártica Británica, dijo a comienzos de noviembre que la probabilidad de colisión era de "50/50".
Esta semana, las últimas imágenes satelitales mostraron que el A-68A está girando y potencialmente se está moviendo hacia el oeste, con lo que evitaría el impacto, pero un cambio de dirección en las corrientes podría volver a convertirlo en una amenaza.
El iceberg más grande del mundo tiene una longitud 160 kilómetros de largo y 48 kilómetros en su punto máximo de anchura. En el año 2017 se separó de la barrera de hielo Larsen, en la península antártica, considerada la parte más cálida del continente, y para los observadores resulta sorprendente que el témpano haya podido mantener gran parte de su volumen durante tanto tiempo en mar abierto. Alrededor del 70 % sigue intacto.
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