La insólita fuga de 'El Piojo' y su hermano: dos peligrosos delincuentes españoles escapan de la cárcel tras limar los barrotes de una ventana

Dos presos de la cárcel española de Valdemoro (Madrid) lograron fugarse este fin de semana del módulo en el que se hallaban recluidos tras ejecutar con éxito un meticuloso plan de huida que las autoridades aún tratan de esclarecer. 

Tal como informan los medios locales, se trata de Jonathan Moñiz Alcaide, más conocido como 'El Piojo', y de su hermano Miguel Ángel, dos de los delincuentes más peligrosos del país en el ámbito de los robos con fuerza: sobre ellos pesan más de 50 delitos de este tipo, muchos de ellos cometidos en concesionarios de coches.

Se les considera grandes expertos en butrones y alunizajes, con contactos suficientes como para blanquear grandes cantidades de dinero. 

Un plan premeditado

La fuga se perpetró el sábado, sobre las 19:30 horas, cuando los dos internos, acompañados de un tercer reo llamado Adrián Muñoz Rodríguez, accedieron al llamado 'cuarto de maletas', una estancia en la se guardan pertenencias personales de los presos que no está permitido tener en las celdas, y desde cuya ventana comenzaron la huida. 

Los funcionarios de la prisión sospechan que, previamente y de alguna manera aún por determinar, los prófugos habrían logrado fabricar una copia de la llave con la que accedieron varias veces a esta habitación, para limar poco a poco los barrotes de la ventana. La circunstancia de que este cuarto de maletas se abriera muy pocas veces en el día a día de la prisión jugó a su favor.  

Una vez saltaron por la ventana del cuarto de maletas –al parecer con el método tradicional de usar una sábana anudada como cuerda–, los tres hombres se desplazaron por los tejadillos de la zona de celdas de aislamiento, en la que no había reclusos esos días, ventaja de la que los fugitivos eran probablemente conscientes, según sospechan las autoridades penitenciarias.

De ahí alcanzaron la valla perimetral del recinto, atravesando, inexplicablemente sin ser vistos y sin hacer saltar la alarma, un corredor sobre el que existe vigilancia constante de los guardias, a través incluso de un circuito interno de televisión. Este tramo de la fuga es la mayor incógnita de la investigación.

A continuación, los reclusos superaron también el muro de siete metros de alto que da a la calle, coronado por una concertina. Al no encontrar daños ni señales en esta concertina, los investigadores suponen que utilizaron algo que amortiguara el contacto con la alambrada y les protegiera. 

Incógnitas por resolver

En cualquier caso, los dos hermanos lograron escapar, pero Adrián Muñoz fue avistado por el funcionario que se encontraba en la torre de vigilancia. Este dio aviso inmediato a la Guardia Civil, que interceptó al fugitivo. 

Con respecto a esta detención, se maneja la hipótesis de que este tercer recluso hubiese sido utilizado como 'cebo' para distraer la atención de la vigilancia mientras 'El Piojo' y su hermano escapaban. Es probable incluso que fuese pagado para desempeñar este rol.

También se baraja la posibilidad de que el plan de fuga contara con apoyo exterior. Los investigadores sospechan que alguien recogió a los presos evadidos a su salida con un vehículo.

Desde la Central Sindical Independiente y de Funcionarios de prisiones de Madrid (CSIF), por su parte, denuncian que el "deficitario diseño" del Centro Penitenciario de Madrid III-Valdemoro "ha permitido, ya en numerosas ocasiones, el acceso a los tejados de algún interno", así como "intentos de evasión que han sido frustrados por la intervención de los funcionarios".

También denuncian que en el módulo donde se produjo la evasión hubiera "un solo funcionario de carrera acompañado de un funcionario de prácticas", para la vigilancia de un sector en el que conviven 80 reclusos. 

La investigación de lo ocurrido sigue abierta mientras se mantiene desplegado desde el sábado un dispositivo de búsqueda para encontrar a los delincuentes fugados.