El canal internacional
de noticias en español
más visto en el mundo
Actualidad

Reinserción social y laboral: el método de una organización de Perú que forma en el área digital y en habilidades blandas a jóvenes recluidos

Publicado:
Vía Código, nombre que recibe la organización, resalta que han observado en los jóvenes infractores aumento en su pensamiento lógico, en su índice de creatividad e innovación, en su nivel de empatía y en su habilidad para solucionar problemas.
Reinserción social y laboral: el método de una organización de Perú que forma en el área digital y en habilidades blandas a jóvenes recluidos

En Perú, hasta octubre pasado, unos 3.077 adolescentes se encontraban en centros de reclusiones, según la estadística que ofreció en el boletín de ese mes el Programa Nacional de Centros Juveniles (PRONACEJ), que los administra.

De esa cifra, el 94,21 % correspondía a hombres, es decir, 2.898 de los infractores; mientras que apenas había, para entonces, unas 179 mujeres (5,79 %). Estos adolescentes son recluidos en dos tipos de albergues: Centros Juveniles de Medio Cerrado (CJMC) y Centros Juveniles de Medio Abierto (CJMA).

El CJMC más poblado y más importante del país es el de Lima, mejor conocido por su antiguo nombre de Maranguita, donde se encuentran, según ese último boletín de PRONACEJ, 526 infractores.

A ese lugar, llegaron, en 2017, los integrantes de Vía Código, una organización que brinda educación en el área digital y formación en habilidades blandas —que impulsan la inteligencia emocional—, a poner en marcha un plan piloto con los jóvenes infractores. Desde entonces, ya han logrado dos promociones.

Parte de su proceso de rehabilitación

"Formamos a chicos netamente en maquetación web e introducción en programación, y en formación en habilidades blandas, para que les ayude a que cuando ellos terminen (su condena) se puedan reinsertar lo mejor posible. Es parte, también, de su proceso de rehabilitación", explica María Torre, coordinadora de Desarrollo Humano en Vía Código, en entrevista con RT.

Estos jóvenes tienen entre 16 y 22 años. Pese a ser un lugar para adolescentes, el CJMC Lima, al igual que el resto que está en otras regiones de Perú, tiene a jóvenes mayores; según el boletín de PRONACEJ, el 54,32 % de los infractores en estos centros ya cumplió la mayoría de edad.

En Vía Código decidieron trabajar con esta población, dice Torre, porque son personas "que están justamente en un punto medio, donde pueden hacer un cambio importante en sus vidas, para que no reincidan; es decir, que salgan, y como adultos, no vuelvan a una cárcel, sino que más bien sigan con un proyecto de vida".

En el centro, la organización hace una selección de los jóvenes que van a recibir la formación. Torre cuenta que el CJMC tiene programas, del 1 al 4, para el progreso de los infractores. "Hay un período previo de adaptación a la propia vivencia de haber perdido tu libertad y empezar parte del tratamiento", comenta la entrevistada. Además, detalla que ellos trabajan con quienes ya están en el programa 3, que son chicos que ya superaron el proceso de aceptación y aún les queda un tiempo que cumplir en el recinto.

"Para nosotros es muy importante porque eso nos permite ver qué chicos están motivados a querer formar un proyecto de vida estando aún en el centro juvenil", dice Torre y menciona que el lapso que todavía les falta por estar en el centro es necesario, puesto que la formación lleva varios meses; la primera promoción demoró un año, mientras que la segunda fue reducida a siete meses.

Otras cosas que toman en cuenta para seleccionar a los chicos es, además de la motivación, que tengan una red de soporte, al menos una persona que pueda brindar algún tipo de acompañamiento, bien sea dentro del recinto o un familiar afuera. Es un plus, si, aparte, ha tenido experiencia en algún taller dentro del centro de reclusión.

Las clases son presenciales —por ahora están suspendidas por la pandemia del coronavirus— y al aula va un equipo interdisciplinario, que incluye, al menos, a dos programadores y un psicólogo permanente en el salón.

¿Por qué programación web?

Torre explica que con esta formación buscan, entre otras cosas, mejorar el nivel cognitivo de los jóvenes, que lo logran justamente con esta mezcla de enseñanza en programación web y un desarrollo integral con las habilidades blandas.

Al inicio, dice, se plantearon una hipótesis, que luego con la formación la comprobaron, acerca de que la programación es "una de las cosas que te permite que el nivel de tu razonamiento lógico, tu pensamiento lógico pueda mejorar". A eso le sumaron, con las habilidades blandas, la toma de decisiones.

"¿Qué sucede? un chico que ha tenido una serie de dificultades y de carencias, ponerlo a trabajar solamente lo emocional no es suficiente, tiene que agarrarse de un recurso, que es el tema cognitivo", enfatiza.

Señala que la programación "ha sido la entrada", porque en la formación les instaron a incluir contenido en sus páginas web, sobre temas en los cuales ellos pudieran asumir una postura o un pensamiento crítico, como, por ejemplo, inequidad de género en el ámbito laboral.

Algo que resalta Torre es que las clases se imparten en computadoras sin acceso a internet, porque es parte de las reglas del centro juvenil. "Al inicio lo consideramos como algo bien difícil, pero cuando empezamos a tener la primera promoción y vimos que los chicos iban trabajando, observamos que fue algo muy bueno, porque su nivel de comprensión y de razonamiento sobre cómo funcionaba 'el detrás de' tenía una solidez muy fuerte", comenta.

Los resultados

Isabella Cavallero, otra de las integrantes de Vía Código, señala que muchos de los chicos, cuando comenzaron, "no sabían como funcionaba una computadora".

"A ese nivel han crecido, de no saber cómo funciona hasta desarrollar una página web por ellos mismos. Es mucho lo que han logrado en tan poco tiempo", subraya la joven, como uno de los logros de esta formación.

También resalta las mejoras en algunos otros indicadores que han medido, como el aumento en su pensamiento lógico, en su índice de creatividad e innovación, en su nivel de empatía y en su habilidad para solucionar problemas.

Una vez que se gradúan, los chicos tienen la oportunidad de trabajar para clientes reales como maqueteadores web, tanto desde dentro del centro juvenil como al recuperar su libertad. Para ello, Vía Código creó una tienda web o 'webshop'.

"Les dimos como la oportunidad de crecer y entender cómo funciona un trabajo de verdad, con tiempos, con horarios, con responsabilidades, relacionamiento de trabajo en equipo, tener un jefe, recibir un sueldo y administrar sus ingresos", señala Cavallero.

Esto, además, les ha permitido seguir su búsqueda de nuevas formas de aprendizaje y de ahondar más en los conocimientos que han adquirido. Torre menciona que el objetivo es que se sigan formando e indica que algunos de los que ya han salido del centro de reclusión han optado por su preparación universitaria.

Ahora a la prevención

Desde el año pasado, el foco de Vía Código se está ampliando, han salido de los muros del centro juvenil para capacitar a jóvenes afuera.

Por ejemplo, en alianza con la Fundación Forge —que busca facilitar la inserción laboral—, formaron a 80 jóvenes en ventas digitales. También, han capacitado en desarrollo web y otras ramas de la educación digital.

"Queremos, justamente, apuntar a trabajar en prevención, es decir, en distritos que puedan tener algún tipo de índices altos de criminalidad y en los que muchas veces los jóvenes no pueden, por temas económicos, educativos o laborales, tener buenas oportunidades en lo que corresponde luego para su formación, para su proyecto de vida", señala Torre.

Edgar Romero G.

Si te ha gustado, ¡compártelo con tus amigos!

comentarios
RT en Español en vivo - TELEVISIÓN GRATIS 24/7