El director del Museo Etnológico de Viena, Christian Schicklgruber, consideró que el penacho de Moctezuma, un antiguo gobernante azteca, es una pieza histórica que no pertenece a México ni Austria, sino que es parte de un "patrimonio cultural compartido".
La declaración se produce luego de que el Gobierno de Austria se negara a prestar el penacho a México para las actividades culturales que se conmemorarán en 2021, año en que se cumplen 700 años de la fundación de México-Tenochtitlán; los 500 años de la invasión colonial española y el bicentenario de la Independencia.
Aunque México ha intentado repatriar la pieza durante décadas, en septiembre pasado Beatriz Gutierrez Müller, esposa del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, se entrevistó con el jefe de Estado de Austria, Alexander Van der Bellen, para realizar la solicitud de préstamo del penacho, pero esta fue rechazada.
Para Schicklgruber, el penacho es un "objeto único" que no podría resistir un viaje trasatlántico sin resultar dañado. "Legalmente está en posesión de Austria, pero ética o moralmente, es un bien cultural compartido. Diría que es 'nuestro', no es mío, no es de Austria, sino que lo compartimos todos", dijo en entrevista con el periódico mexicano El Universal.
"Sí, hubo una propuesta del presidente (de México) para enviar el penacho, pero esta cuestión no la decide el museo, nosotros tenemos la tarea de cuidarlo. La decisión de repatriación debe verla el lado político, el Parlamento de Austria y el ministro de Cultura. Sin embargo, lo que sí podemos hacer es dar consejos, podemos explicar que el penacho no sobreviviría a un viaje de traslado", agregó.
Penacho en disputa
El penacho de 500 años de antigüedad fue realizado con plumas de quetzal y otras aves. Se sabe que perteneció a la época del tlatoani Moctezuma II, quien gobernaba cuando el conquistador Hernán Cortés invadió Tenochtitlán. Sin embargo, no existe evidencia de que el gobernante azteca utilizara una prenda así, por lo que algunos investigadores creen que en realidad perteneció a un sacerdote azteca.
Tampoco se sabe con precisión cómo fue que la pieza llegó a Europa, aunque una de las versiones más conocidas sostiene que fue un regalo que hizo Moctezuma a Hernán Cortés. La pieza aparece registrada en un inventario de 1596, en una colección del archiduque Fernando II de Tirol.
Luego de que Austria negara el préstamo de la pieza, el presidente mexicano López Obrador dijo que estaba evaluando la posibilidad de presentar una iniciativa a Naciones Unidas para que las potencias colonialistas devuelvan piezas históricas a sus países de origen.