Actualidad
Un exportavoz de Bin Laden es liberado de prisión en EE.UU. por temor a que la obesidad lo ponga en riesgo por el covid-19
El hombre fue arrestado en 1999 por la Policía británica, como cómplice de los ataques de Al Qaeda contra las embajadas estadounidenses en Kenia y Tanzania.
Adel Abdul Bary, quien fuera portavoz de Osama Bin Laden, regresó al Reino Unido tras ser liberado de prisión en Estados Unidos por temor a que su obesidad y el asma lo pusieran en riesgo mayor ante la pandemia del covid-19, informa New York Post.
Un juez de Nueva York dictaminó que el hombre, de 60 años y con fuerte sobrepeso, corría alto riesgo de contraer una forma grave de la enfermedad, por lo cual procedió este jueves a liberarlo y deportarlo.
Originario de Egipto, Bary fue arrestado por la Policía británica en 1999 como cómplice de los ataques de Al Qaeda contra las embajadas de Estados Unidos en Kenia y Tanzania en 1998, donde 224 personas murieron y 5.000 resultaron heridas. Fue extraditado a Estados Unidos en 2012.
Acusado de 285 delitos, el exsubordinado de Bin Laden admitió solo unos pocos, como el de conspiración para asesinar a ciudadanos estadounidenses en el extranjero y amenazas de matar con explosivos. Ante un tribunal federal de Manhattan confesó asimismo que mientras vivía en Londres transmitió mensajes de periodistas a Bin Laden, y que confirmó a las organizaciones de noticias que Al Qaeda era responsable de los ataques a la embajada.
En octubre pasado, una vez que Bary cumplió 21 de sus 25 años de sentencia, las autoridades estadounidenses aprobaron su excarcelación. Debía ser liberado a fines de este año, pero la fecha se adelantó un poco después que sus abogados argumentaran que su obesidad mórbida era una razón "extraordinaria y convincente" para liberarlo tempranamente, en especial a la luz de la pandemia de coronavirus.
Bary vivirá ahora con su esposa, Ragaa, de 59 años, en su apartamento en Londres. Su regreso a tierras británicas no pudo ser bloqueado porque el Reino Unido le concedió asilo en 1997. Tampoco pudo ser devuelto a Egipto, de donde salió en 1991, porque allí enfrentaría amenazas de tortura o muerte, según reportes de medios británicos.
El mes pasado, su abogado le dijo a The New York Times: "Después de todo este tiempo, todo lo que el señor Bary quiere es disfrutar de una vida tranquila con su familia".
En virtud de la ley británica de Medidas de Prevención e Investigación del Terrorismo, no será agregado a la lista de vigilancia antiterrorista porque ya cumplió su condena de prisión.
comentarios