La violencia de los grupos armados contra los pueblos originarios colombianos ha dejado este fin de semana cinco muertos, entre los que se encuentran dos líderes indígenas, y varios heridos en dos hechos distintos.
Uno de ellos ocurrió cuando grupos armados irrumpieron la noche del domingo en el resguardo de Togoima, en el municipio Páez (Cauca), y asesinaron al excabildante y guardia indígena Freiner Lemus.
Según una nota de prensa del Consejo Regional Indígena del Cauca (Cric), los agresores dispararon a Lemus en repetidas ocasiones hasta causarle la muerte. El joven, de 22 años, integrante del pueblo Nasa, residía en la vereda de Guadualejo, perteneciente a ese resguardo indígena.
Hasta ahora, se desconocen las causas del asesinato.
En un comunicado , la Asociación de Autoridades Ancestrales Nasa Çxhaçxha manifestó su rechazo a "todo acto de violencia" procedente de "los grupos armados". "Lo único que genera es dolor, rabia y tristeza acabando con la vida de las comunidades y afecta los propósitos e intereses de los planos de vida de cada espacio territorial", denuncia el texto.
Con este homicidio, el Instituto de Estudios para el Desarrollo de la Paz ( Indepaz ) cifra en 292 el total de líderes sociales asesinados en lo que va de año.
Esta nueva agresión contra la población indígena ocurre menos de dos semanas después del asesinato del líder emberá dobida Miguel Tapí, perteneciente a las comunidades El Brazo y Bacuru Purru, en el departamento de Chocó, en el oeste del país.
Tras este crimen, casi mil personas del municipio Bahía Solano, al que pertenecía Tapí, tuvieron que escapar de sus viviendas ante la ola de violencia que azota ese territorio en medio de los enfrentamientos entre el Ejército y los grupos armados ilegales.
Una masacre más
Otro suceso de sangre ocurrió la tarde del domingo cuando cuatro miembros del pueblo wayuu alakat fueron ultimados en la jurisdicción de Maicao, en el centro-este del departamento de La Guajira.
Según un comunicado publicado en la cuenta de Facebook del Gobierno Mayor de las Autoridades Indígenas de Colombia, un grupo armado ilegal asesinó a un líder de esa comunidad y a cuatro de sus integrantes. La Policía de Albania-Guajira fue notificada.
"Denunciamos estos hechos atroces con fines de exterminio a los pueblos indígenas de manera reiterativa en el territorio por parte del mismo grupo al margen de la ley", manifiesta el Gobierno Mayor en el texto. De mismo modo piden "acciones concretas" que "eviten el exterminio físico y cultural" de estas comunidades originarias.
Atentado armado
En un domingo especialmente violento, tres personas más fueron asesinadas, una resultó desaparecida y cinco fueron heridas en una masacre en el corregimiento rural de Cuturú, en el municipio de Caucasia (Antioquia).
Según el comandante de la Policía de ese departamento, Jorge Cabra, la madrugada del pasado domingo desconocidos que vestían uniformes de la Fuerza Pública llegaron en lanchas, por el río Nechí, a la población.
El grupo, que según la información local estaba compuesto por entre 40 y 50 personas, abrió fuego contra los pobladores y usó objetos contundentes para herirlos. Entre los cinco lesionados hay dos mujeres.
Reacción del Gobierno
El Ministro de Defensa, Carlos Holmes Trujillo, realizó un consejo de seguridad en el municipio con la presencia de la Fuerza Pública y autoridades locales y anunció que habrá una recompensa de hasta 100 millones de pesos (casi 30.000 dólares) para quien aporte información sobre los responsables del hecho.
Según Holmes, estas muertes fueron producto de la confrontación entre los grupos armados Clan del Golfo y Los Caparros, "por el control del negocio del narcotráfico, los cultivos ilícitos y sus rentas criminales, incluida la minería ilegal".
Durante su visita a Caucasia, anunció que la investigación será realizada por la Unidad de Identificación, Ubicación y Judicialización de Perpetradores de Masacres de la Policía Nacional.
Este hecho de violencia ocurre dos días después de que ultimaran a cuatro personas en el municipio El Bagre, también en Antioquia, a unos cincuenta kilómetros de Cuturú.
Tras esta nueva matanza, Indepaz calcula en 84 el número de masacres que han ocurrido en Colombia en este año y que han dejado casi 350 víctimas.