La Fiscalía saudita exigió la pena máxima contemplada en la ley por perturbar la paz en el reino –20 años de cárcel– para Loujain al-Hathloul, activista de derechos de las mujeres actualmente procesada en ese país, informa The Guardian.
Según los documentos judiciales proporcionados por la hermana de la feminista, Lina, el juez dictará sentencia el próximo lunes. No obstante, a los padres de la acusada les pidieron comparecer ante el juzgado el martes.
En declaraciones al referido diario, Lina al-Hathloul resaltó que, aunque inicialmente a Loujain se le acusó por conducir un coche cuando aún estaba vigente para las mujeres la prohibición de hacerlo, hace un mes su caso fue derivado a una corte especializada en terrorismo.
"Mi hermana debe ser liberada […] Todo lo que ha hecho es pedir que las mujeres sean tratadas con la dignidad y la libertad que deben tener. […] Dicen que es una terrorista, y en realidad es una humanista, una activista y una mujer que simplemente quiere un mundo mejor y más justo", alegó Lina.
Según la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACDH), a Al-Hathloul se le imputa la violación del artículo 6 de la Ley contra el Ciberdelito, relacionado con "la producción y transmisión de material que se considere que atenta contra el orden público, los valores religiosos, la moral pública y la vida privada". En particular, la acusación insiste en que la feminista y otras demandadas "se comunicaron con personas y entidades hostiles al rey", "cooperaron con periodistas e instituciones de medios hostiles al rey", "brindaron apoyo financiero a adversarios extranjeros" y "reclutaron personas para obtener información perjudicial para la seguridad del Reino".
Loujain al-Hathloul, de 31 años, es una de las feministas más prominentes de Arabia Saudita. En particular, ha hecho campaña para que las mujeres del reino tengan derecho a conducir.
Un juicio sobre activistas
Junto con otras nueve activistas, Al-Hathloul fue arrestada en 2018. En marzo pasado se inició el proceso contra todas ellas, acusadas en virtud de una ley de delitos cibernéticos que estipula penas de prisión de uno a 10 años. Se suman a esa otras acusaciones relacionadas con su labor en pro de los derechos humanos y con supuestas comunicaciones con "entidades hostiles".
De acuerdo con el grupo de derechos humanos ALQST, las 10 mujeres procesadas no tuvieron acceso a abogados durante los más de nueve meses de detención e interrogatorios. Ya en el juicio, los familiares de las activistas solo pudieron estar presentes durante escasos momentos de ciertas sesiones.
Previamente, Loujain al-Hathloul, había sido detenida dos veces, incluso durante 73 días en el 2014, después de que intentara conducir desde Emiratos Árabes Unidos a su país.