El fundador de WikiLeaks, Julian Assange, se puso en contacto con el Departamento de Estado de EE.UU. en agosto de 2011 para advertir sobre los riesgos de la inminente publicación de un masivo conjunto de información clasificada y para tratar de minimizar los daños que podían derivarse de esa revelación, según lo muestra una grabación que el grupo Project Veritas publicó este 16 de diciembre.
En el audio difundido se puede escuchar una conversación de 75 minutos que —de acuerdo con Project Veritas— tuvo lugar el 26 de agosto de 2011 entre Assange y Cliff Johnson, por entonces abogado del Departamento de Estado estadounidense, liderado en aquel momento por Hillary Clinton.
"La situación es que tenemos información de que archivos de la base de datos del Departamento de Estado, con 250.000 cables diplomáticos, incluyendo cables desclasificados, están siendo difundidos, y [...] creemos que dentro de los próximos días se harán públicos", afirmó Assange, tras lo cual agregó que "puede que haya alguna posibilidad de detenerlo".
Johnson preguntó si los datos en cuestión serían publicados por WikiLeaks, a lo que Assange respondió que un exempleado de esa organización mediática planeaba hacerlo, ya que tuvo acceso a los documentos y a la clave de cifrado. El fundador de WikiLeaks dijo que estuvieron trabajando para redactar la información, pero que el exempleado, Daniel Domscheit-Berg, podría publicar la versión no redactada.
Tras esto, le dijo a Johnson que "en caso de que haya algunos individuos que no estén advertidos", deberían ser notificados. A continuación, Assange afirmó que "hay en la web en alguna parte una versión cifrada del material que no controlamos". "Uno en realidad no necesita entregar el propio material, uno solo necesita entregar la ubicación del material y su clave de cifrado", explicó.
Assange mencionó también la posibilidad de eliminar datos allí citados, pero alegó que su equipo era incapaz de hacerlo. "Si hay otra posibilidad, como la destrucción de esos archivos, ya eso es otro grado de investigación y esfuerzo que no tenemos la capacidad de hacer", indicó. En su opinión, no había "tantos" archivos y los empleados de WikiLeaks solo sabían de "varios", aunque probablemente no era tan difícil encontrar otros. Cuando Johnson preguntó si el equipo de WikiLeaks podía proporcionarles información sobre la ubicación de aquellos archivos, Assange dijo que podría "alentar" a otras personas a hacerlo. "Nuestra opinión es que esto es más un problema de ustedes que nuestro", sostuvo.
El caso Assange
Julian Assange, de 49 años, es acusado en EE.UU. de espionaje y piratería informática por la publicación en 2011 de cientos de miles de páginas de documentos militares secretos y cables diplomáticos sobre las actividades de EE.UU. en las guerras de Irak y Afganistán, difundidos en su portal WikiLeaks. Los documentos clasificados y filtrados por Assange exponen numerosas irregularidades del Ejército estadounidense.
En abril de 2019, el ciberactivista fue detenido en la Embajada de Ecuador en Londres, donde durante siete años había obtenido refugio e incluso la nacionalidad ecuatoriana. De momento, el fundador de WikiLeads permanece encarcelado en la prisión de máxima seguridad de Belmarsh (Reino Unido). En caso de ser extraditado a EE.UU., podría afrontar hasta 175 años de cárcel por los cargos que se le formulan.
La defensa de Assange argumenta que este es periodista y tiene derecho a la protección de la Primera Enmienda de la Constitución de EE.UU., lo que vale también para publicar los documentos filtrados. Sus abogados también señalan que las condiciones que el activista enfrentaría en una prisión estadounidense violarían sus derechos humanos.
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