Japón da luz verde a la construcción de dos buques de guerra equipados con radares Aegis y nuevos misiles con un mayor alcance

Los opositores creen que la decisión contradice a la Constitución pacifista del país.

El Gabinete de Japón aprobó este viernes la construcción de dos nuevos buques de guerra equipados con sistemas interceptores de misiles Aegis, y dio el visto bueno al desarrollo de nuevos misiles para varias plataformas capaces de apuntar a objetivos a mayores distancias, en particular alrededor de su cadena islas suroccidentales de Okinawa.

"El entorno de seguridad alrededor de nuestras islas del suroeste se ha vuelto severo. Tenemos que responder a eso de una manera apropiada", dijo el ministro de Defensa japonés, Nobuo Kishi, citado por Reuters. Tokio muestra cada vez más preocupaciones por la actividad china en el mar de la China Oriental, sobre todo por las incursiones en aguas alrededor de las islas en disputa conocidas como Senkaku en Japón y Diaoyu en China.

Previamente, Tokio planeaba incorporar dos sistemas de defensa antimisiles Aegis Ashore a instalaciones terrestres en la costa oeste del país, pero el proyecto fue cancelado por problemas técnicos, el alto costo y las objeciones de los residentes locales.

La construcción de los nuevos buques podría costar más de 4.800 millones de dólares, mientras que el desarrollo de nuevos misiles a base de una versión antibuque existente de un alcance de 200 kilómetros costaría alrededor de 324 millones de dólares. Los legisladores de Defensa del gobernante Partido Liberal Democrático habían planteado la idea de instalar esos misiles en los nuevos buques, que se espera que tarden un mínimo de ocho años en construirse.

Anteriormente, se dio a conocer que se trata de destructores con capacidad para desplazar 9.000 toneladas con carga estándar y hasta 11.000 con carga completa, y su función consistiría en navegar entre Japón y Corea del Norte, preparados para interceptar cualquier misil balístico que eventualmente fuese lanzado desde Pionyang. 

Los planes del Ministerio de Defensa han provocado una resistencia por parte de la oposición, que asegura que el desarrollo de dicho equipo militar contradice a la Constitución pacifista de Japón y su artículo sobre la renuncia a la guerra. Por su parte, el principal portavoz del Gobierno, Katsunobu Kato, aseguró que el país asiático no tiene la intención de atacar bases enemigas una vez que adquiera el nuevo armamento. "Entiendo que el propósito es fortalecer la capacidad defensiva de Japón y no atacar bases enemigas", dijo Kato.