Cazas sigilosos y misiles de gran alcance: Tokio da luz verde a un gasto militar récord, pese a la pandemia
El Gobierno japonés ha impulsado un aumento del gasto militar para responder a un ambiente de seguridad que califica de "crecientemente duro", mientras afronta la mayor deuda pública del mundo en relación al PIB y se esfuerza por invertir la recesión económica causada por la pandemia de covid-19.
El proyecto de presupuesto de 1,03 billones de dólares para el próximo año fiscal, que arranca en abril de 2021, incluye 51.700 millones de dólares asignados para nuevos aviones, misiles y portaaviones de mayor alcance y potencia. Los gastos militares han crecido un 0,5 % en comparación con el año fiscal 2020.
"Fortaleceremos la capacidad necesaria para la defensa nacional a fin de hacer frente a un ambiente de seguridad que se hace cada vez más duro", comentó en rueda de prensa Katsunobu Kato, secretario jefe del Gabinete.
Con parte de estos fondos se financiará el desarrollo de misiles de crucero de largo alcance y de buques de guerra, así como de un caza sigiloso avanzado por Mitsubishi Heavy Industries con ayuda de la corporación estadounidense Lockheed Martin. También se contempla la compra de seis cazas de la empresa norteamericana.
El proyecto todavía debe ser aprobado por el Parlamento, donde el Partido Democrático Liberal del primer ministro, Yoshihide Suga, goza de una amplia mayoría.
Amenazas a la seguridad
En su último informe anual sobre Defensa, emitido el pasado mes de julio, el Gobierno se refirió a las "amenazas potenciales representadas por China y Corea del Norte".
Japón lleva décadas disputándose con China una serie de islotes no habitados en el mar de China Oriental. Ambas naciones reclaman su soberanía mientras en la zona se viven episodios de tensión entre embarcaciones de guardacostas.
Pekín realiza regularmente ejercicios militares cerca de las áreas disputadas, lo que el pasado mes de septiembre llevó al ministro de Defensa japonés, Taro Kono, a calificar a China de "amenaza a la seguridad" de Japón.
La Constitución nipona rechaza formalmente la guerra como medio para resolver disputas internacionales y prohíbe al país tener fuerzas armadas, limitando su potencial bélico a las fuerzas de autodefensa. Al mismo tiempo, la nación mantiene una alianza militar con Estados Unidos y cuenta con amplia presencia de militares norteamericanos en su territorio: unas 90 instalaciones y más de 50.000 efectivos.
Presiones económicas
El aumento del presupuesto militar coincide con las severas consecuencias económicas que sufre el país a causa de la pandemia de coronavirus. En particular, las últimas cifras indican que el país nipón sufre la mayor contracción desde la Segunda Guerra Mundial.
Asimismo, Japón acumula la mayor deuda pública del mundo en relación con el PIB, del 237 %, según datos de TradingEconomics.